Cultiven una atmósfera de amor y cooperación con todos y cada uno, y podrán asegurarse para siempre la alegría. No busquen argumentos para mantenerse alejados de otros; busquen más bien modos de trabajar juntos por el bien común. El sentido del 'yo' y 'mío' frustran el amor y la cooperación. Redúzcanlos a un mínimo y comiencen entonces a servir a los necesitados y los afligidos. Desarrollen tanto el carácter como la inteligencia y la salud. La fuente más confiable de fuerza no se encuentra en el dinero, los parientes ni la destreza física, sino en ustedes mismos, el Atman. Sondeen profundamente y extraigan sustento de él; véanlo en todos; sírvanle en todos. La disciplina es otro rasgo clave. Cada individuo y cada nación deberán aprender a controlar la salvaje naturaleza de las pasiones y emociones; el ceder ante ellas no conduce sino a la ruina. La disciplina, el autocontrol, el deseo de servir – estas son las armas que hasta los más débiles pueden usar, y ganar la batalla de la vida.
- Divine Discourse, Nov 27, 1965. |