Cada cual tiene sus propias fortalezas y flaquezas, puntos vulnerables y temores, talentos e impedimentos, de modo que no hay una receta única que se pueda sugerir para todos. Es necesario que cada individuo proceda a un riguroso auto-examen para eliminar todo lo malo en él. Un paciente ha de tomar las drogas prescritas y seguir las instrucciones que sean beneficiosas para curar su dolencia. El paciente no puede pedir medicamentos dulces ni comodidades. Así también, la gente es normalmente adicta a la comodidad física y a los placeres concretos e intenta ocultar sus defectos en lugar de intentar eliminarlos. La gente adquiere ropas de color oscuro para que no se note la suciedad; no prefiere la ropa blanca, porque en ella se nota claramente el desaseo. No intenten ocultar en la oscuridad lo sucio que haya en ustedes; arrepiéntanse de las naturalezas empañadas y empéñense por limpiarlas rápidamente. - Divine Discourse, Mar 16, 1966. |