Las enseñanzas de una madre desempeñan un rol vital en configurar el futuro de sus hijos. Ella debiera desplegar todo su esfuerzo para ahuyentar las malas cualidades e infundir valores humanos en ellos. ¡Encarnaciones del amor, lleven una vida ejemplar! Desechen todo pensamiento negativo y desarrollen sentimientos sacros. Hablen con suavidad y dulzura. Nunca hieran los sentimientos de otros hablando con aspereza. Cuiden diligentemente de su hogar y compórtense de manera agradable. Traten a los huéspedes cordialmente y, hasta donde sea posible, presten ayuda a quienes la necesiten. Simpaticen con los que estén en dificultades. Debieran tratar de alentarles y consolarles con palabras tranquilizadoras. Sepan que todo el que hiera los sentimientos de otro, será herido por partida doble. Nadie le puede escapar a las consecuencias de sus acciones. Por ende, santifiquen sus vidas reformando su conducta como para ayudar siempre y no herir jamás. - Divine Discourse, 19 Nov, 2002. |