| | El egotismo es la más peligrosa de las ilusiones, la que ha de ser destruida y eliminada. Arjuna también sufrió de este ego. Un día cuando Krishna trajo el carro de vuelta al campamento, Arjuna quiso que como todos los aurigas, Krishna se bajara primero y le abriera la puerta del carro. Krishna se rehusó e insistió en que Arjuna debía apearse antes que Él. Al final Krishna ganó y Arjuna descendió. Tan pronto como Krishna dejara Su asiento y pisara el suelo, ¡el carro estalló en llamas! El hecho era que las múltiples flechas encendidas lanzadas para quemar el carro habían dado en el blanco, mas debido a la presencia de Krishna, no pudieron manifestar su poder de ignición. El darse cuenta de ello volvió humilde a Arjuna; su egotismo sufrió un duro revés. Realizó también que cada acción de la Divinidad tiene pleno significado. |
- Divine Discourse, Jan 14, 1964. |