Es verdad que la leche contiene mantequilla; las semillas de sésamo contienen aceite; la caña entrega azúcar. Mas sólo al sostener leche en la mano no pueden obtener mantequilla, el llenar una lámpara con semillas de sésamo no les permitirá encender la mecha, el sacudir una caña no resultará en una lluvia de azúcar. Al colocar caramelos en un plato frente a ustedes y recitar 108 veces 'caramelos, caramelos'. . . ¿los podrá saborear su lengua? De manera similar estudian muchos libros sagrados y entonan mantras e himnos. El tiempo pasado en estas actividades por supuesto que se santifica por ello. Mas ellas no les ayudan para transformar el trabajo que estén desempeñando en una ofrenda aceptable por Dios. ¿Ponen en práctica al menos un uno por ciento de lo que leen o recitan? El mero leer y cantar no les liberará del ciclo de nacimiento y muerte. Dios ha de ser implantado con firmeza en la mente, el Dios omnipresente ha de ser instalado en el santuario del corazón; Dios ha de fluir con la sangre en las venas. Dios ha de ser visualizado a través del ojo interno.
- Divine Discourse, Oct 7, 1981. |