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lunes, 2 de diciembre de 2013

Cómo despertar el tercer ojo


Cómo despertar el tercer ojo. Capítulo 1

Cómo Despertar el Tercer Ojo
    Samuel Sagan       Traducción de Gisela Vilar y Gaspar Llinares   supervisada por Rosa Droescher    




     
Título original: Awakening the Third Eye (Second Edition)   © Samuel Sagan 1992, 1997, 1999, 2004   A no ser con el propósito de genuina revisión o investigación, tal y como se permite en la Copyright Act, ninguna parte del presente libro puede ser reproducida por proceso alguno sin autorización escrita.
Clairvision ® es marca registrada de Clairvision School Ltd.       --------------------------------------------------------------------------------
Contenido
Introducción
Capítulo 1. Principios y metodología del trabajo
  Capítulo 2. Los misterios de la laringe
  Capítulo 3. El despertar del tercer ojo
  Capítulo 4. Circulaciones energéticas: Que fluya la energía!
Capítulo 5. Visión
Capítulo 6. Circulaciones energéticas (2)
Capítulo 7. Visión (2)
Capítulo 8. Prácticas en el cuerpo etérico
  Capítulo 9. Estar consciente
  Capítulo 10. Experiencias en el camino
Capítulo 11. El arte de la sintonización
  Capítulo 12. Líneas Ley, líneas de tierra y pozos de energía
  Capítulo 13. Práctica nocturna (1): Aspectos teóricos
  Capítulo 14. Práctica nocturna (2): Instrucciones para la técnica
Capítulo 15. Práctica nocturna (3): Análisis de la técnica
  Capítulo 16. Técnicas complementarias
  Capítulo 17. Protección
Capítulo 18. Protección (2). Sellado del aura
Capítulo 19. Ejercicios para bebés
  Capítulo 20. Protección. Sellado del aura (2)
Capítulo 21. La única protección real es el poder de la Verdad
Capítulo 22. Lo que viene a continuación
Apéndice 1. Recorrido de los meridianos
  Apéndice 2. Clairvision School
  Indice
 
 
Copyright © Samuel Sagan 2000, 2004
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Cómo Despertar el Tercer Ojo   INTRODUCCION
"La luz del cuerpo es el ojo.  Si, pues, tu ojo estuviere sano,  Todo tu cuerpo estará lleno de luz."  Mateo, 6:22
El presente libro describe un proceso sistemático para la apertura del tercer ojo.
Se ha escrito para quienes no se quedan satisfechos con una simple intelectualización de las realidades espirituales, deseando acceder a la experiencia directa.
El desarrollo de la visión espiritual requiere la construcción paciente de algunos "órganos" de energía nuevos, entre los que el tercer ojo es fundamental. Estas nuevas estructuras no son físicas, siendo no obstante reales y tangibles todas ellas. Una vez logrado su pleno desarrollo, las percepciones que llegan a través de las mismas comienzan a aparecer más claras, más agudas y mucho más sustanciales que las que provienen de los sentidos físicos. En el presente libro se describe una serie de técnicas que se han diseñado expresamente para el cultivo metódico de dicha nueva forma de percepción.
Nuestra aproximación siempre remarca la primacía de la experiencia sobre los conceptos mentales, del conocimiento de primera mano sobre la creencia. Verdaderamente, no se trata de que se presuma o acepte como cierto que ello brindará una regeneración espiritual, sino de que se experimente directamente. Por lo tanto, al lector no se le pide que crea en lo que está escrito, sino que practique los ejercicios.
No es necesaria siempre serán aquellos que han meditado durante años los que experiencia espiritual ni conocimiento previo alguno sobre el tema antes de comenzar las prácticas. Sugiero que temporalmente se olvide todo aquello que se conoce, con tal de poderse iniciar en las técnicas con una conciencia fresca. Al haber compartido este conocimiento con cientos de estudiantes en los cursos llevados a cabo por Clairvision School en Sydney, sé que no siempre serán aquellos que han meditado durante años los que penetren con más facilidad en el campo de la percepción. Para algunos, el conocimiento espiritual da alas y provee claves para abrir todas las puertas; en cambio, para otros son como cadenas que les impiden absorber nada nuevo. Cuanto más capaz se es de desprenderse de ideas preconcebidas, más fácil será "ver".
Debe entenderse claramente que nuestro propósito no es desarrollar la clarividencia borrosa y atávica de los psíquicos de trance mediúmnico, sino alcanzar la Visión del Ser Superior. Incluso aunque aparezcan algunas percepciones extrasensoriales a medida que se practiquen las técnicas, el propósito central es encontrar al Ser Superior y aprender a ver el mundo desde el Ser Superior, en lugar de verlo desde nuestra conciencia mental ordinaria.
El presente libro debería ser tomado como una introducción, como un primer paso hacia un modo de percepción y pensamiento completamente diferente. Se ha escrito para servir al vasto número de seres humanos que actualmente están preparados para conectar con las realidades espirituales y caminar hacia una nueva forma de conciencia. Las técnicas que se ofrecen han sido diseñadas para personas que forman parte del mundo. No invitan a retirarse de las actividades diarias, sino a comenzar a realizarlas con una nueva conciencia y una nueva visión y, por tanto, a seguir en la línea de los Proverbios (3:6): "En todos tus caminos Le conocerás", frase que, según el Talmud, contiene toda la esencia de la Torah.
Una vez dicho lo anterior, es pertinente hacer constar que Clairvision School no es una organización "New Age" (Nueva Era). Sus métodos y técnicas están basados en principios bastante diferentes de los que normalmente se encuentran en el movimiento New Age. En particular, en ningún caso las técnicas Clairvision emplean tipo alguno de canalización ("channeling"), imaginación creativa o afirmaciones positivas. Tampoco se utiliza la hipnosis ni la autosugestión. Las técnicas de Clairvision School están basadas en un despertar directo del cuerpo de energía, y la filosofía y fundamentos de la escuela se encuentran en la tradición occidental de conocimiento esotérico. Si se diera el caso de experimentarse intensas aperturas y realizaciones mientras se ponen en práctica nuestras técnicas, es bastante posible que también se tenga una conexión con dicha tradición. En particular, esperamos que muchos lectores tengan nítidos despertares en el tercer ojo mientras lean el presente libro.   "Cómo Despertar el Tercer Ojo" es uno de los libros introductorios al Clairvision Corpus, cuerpo de conocimientos que es el trasfondo de Clairvision School. El Clairvision Corpus contiene conocimiento tanto teórico como experiencial en el campo de la conciencia y de los misterios de la naturaleza humana, con un especial foco en la transformación y la alquimia interior. La alquimia puede definirse como el arte de elevar el nivel de vibración de la materia. La alquimia interior, por consiguiente, se refiere a una forma de desarrollo espiritual en la que el propósito último no es abandonar toda conexión con la creación manifestada y disolverse uno mismo, sino construir un vehículo en el que la plenitud del Ser Superior pueda experimentarse permanentemente, incluso mientras se vive en el mundo físico. Este cuerpo de inmortalidad se corresponde con lo que la tradición cristiana ha denominado cuerpo de gloria, y con el paramam vapuÒ de los Upanishads. Es semejante en muchos aspectos, sino idéntico, al lapis philosophorum o piedra filosofal de los alquimistas, y al Grial, corazón de la tradición esotérica occidental.
"Cómo Despertar el Tercer Ojo" asienta los cimientos para una aproximación experiencial a un trabajo de alquimia interior. Muchas de las técnicas que se exponen al principio no deben tomarse como "alquímicas" en un sentido estricto, sino como una preparación necesaria, sin la cual las fases más avanzadas del trabajo no tendrían ningún sentido.
En lugar de comenzar desarrollando los aspectos teóricos in extenso, se irán dando indicaciones gradualmente a lo largo del presente libro y los siguientes, con el fin de clarificar los propósitos y principios del trabajo de alquimia interior. La naturaleza de nuestro tema nos proporcionará también abundantes oportunidades de desarrollar diversos aspectos relacionados con los cuerpos sutiles.
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Cómo Despertar el Tercer Ojo   CAPITULO 1   PRINCIPIOS Y METODOLOGIA DEL TRABAJO
Todo trabajo espiritual auténtico tiene como propósito primordial encontrar al Ser Superior, y las técnicas Clairvision no son una excepción. El propósito esencial del proceso es "ser más". Es frecuente oír que los seres humanos solamente utilizamos una pequeña fracción de nuestro potencial. Nuestra vida está confinada dentro de un rango limitado de pensamientos, emociones, sensaciones y otras modalidades de existencia consciente y, aún así, en la mayoría de los casos permanecemos completamente inconscientes de dichas limitaciones. La metáfora de Platón de la caverna, a pesar de haberse formulado hace veinticuatro siglos, sigue estando vigente: si siempre se ha vivido dentro de una caverna oscura, la caverna no es una caverna, sino el universo entero. No podemos siquiera concebir las maravillas que nos esperan en el caso de que salgamos y caminemos por el mundo real. El trabajo sugerido en el presente libro trata todo él de salir de la caverna y comenzar a contemplar la magnificencia del mundo tal como se ve desde el tercer ojo.
En India, el coco es un fruto considerado como de profunda significación simbólica, el cual se emplea en rituales de fuego (yajñas), ya que tiene 'tres ojos'. Dos de ellos son 'ciegos', es decir, no pueden atravesarse para alcanzar la leche, mientras que el tercero, en el centro, se abre al interior del fruto. De modo semejante, el tercer ojo es, fundamentalmente, la puerta que conduce a los mundos interiores. Por lo tanto, este ojo permite llegar a conocerse a uno mismo con una profundidad que sobrepasa todos los métodos convencionales de psicoterapia, o cualquier método basado en el análisis con la mente discursiva.
Desarrollar el tercer ojo es una forma directa de expandir nuestro universo consciente y descubrir nuestros valores esenciales, para así poder desentrañar nuestro propio misterio. Además, es sencillo. Sencillo no necesariamente significa fácil; pero este trabajo no precisa de ninguna teoría complicada ni de discusiones prolongadas. Su dirección es esencialmente experiencial, dado que el propósito es claramente el de ser más. Y ser es la cosa más sencilla del mundo. Una constante preocupación mientras se redactaba el presente manual fue el relacionar la teoría con la experiencia, así como proporcionar técnicas y claves que permitieran que la percepción pudiera ser efectuada por uno mismo.
Los tres primeros capítulos están dedicados a introducirnos en los principales aspectos de la práctica. Los restantes capítulos son más o menos independientes de los demás, de forma que es posible leerlos en el orden que se sienta como más natural.
Antes de comenzar con la primera técnica, permítasenos exponer algunos consejos básicos respecto a los principios y metodología del trabajo:
1.1 No forzar, no concentrarse, únicamente estar consciente
No debería confundirnos el hecho de que nuestro propósito sea una nueva clarividencia o visión del Ser Superior. Verdaderamente, el Ser Superior ya está ahí, esperando en el fondo de uno mismo. No se va a "construir" el Ser Superior y su visión, sino que cada uno va a revelarla, o más bien a permitir que se revele por sí misma. El desarrollo espiritual es una lucha, ciertamente, pero la principal arma en esta lucha es dejarse llevar.
Con esta perspectiva de apertura, no es apropiado concentrarse, luchar o forzar. Si se hiciera así, qué sucedería? Se estaría operando desde la mente ordinaria, esto es, desde dicha fracción de uno mismo con la que se piensa (la mente discursiva, que no cesa de hablar en el interior de la cabeza en todo momento). Todos hemos sido condicionados desde una temprana edad a hacerlo todo desde la mente. Por lo tanto, si tratamos de "hacer" la función de percepción, es probable que permanezcamos atrapados en la mente discursiva - un plano que es notablemente inadecuado para cualquier tipo de percepción espiritual.
Dejemos de hacer. Estemos completamente conscientes, pero solamente conscientes. Permitamos que lo que está escondido en las profundidades emerja y sea revelado a nuestra conciencia. No hagamos nada, dejemos que las cosas sucedan. Fluyamos con lo que venga.
En el mundo físico, cuando se desea algo hay que luchar para conseguirlo. Pero en los mundos espirituales todo está invertido, como si fuera el otro lado del espejo. Si se quiere algo, debe dejarse que llegue. Es una nueva habilidad que hay que desarrollar. Podría denominarse "dejarse llevar activamente" o "dejarse llevar creativamente". Es la capacidad de ser transparente y permitir que los estados de conciencia se revelen a través de uno mismo.
Limitándonos a estar conscientes, todo sucederá.
1.2 No visualizar, no imaginar, únicamente estar consciente
En el contexto de las técnicas Clairvision se aconseja que nunca debería tratarse de visualizar o imaginar algo. Si llegan a nuestra visión imágenes, luces, seres espirituales o cualquier otra cosa, es estupendo. Pero que no se inventen, que no se trate de inducirlas. No debe visualizarse activamente ningún modelo dentro del propio campo de conciencia.
Una de las razones para ello es: supóngase que viene un ángel, de los de verdad. Si se ha estado tratando de visualizar ángeles cada mañana durante unos cuantos meses, cómo se sabrá si es un verdadero ángel o uno que se ha inventado?
El problema no reside en entrar en la percepción de imágenes o luces. Si se ponen en práctica las técnicas, las visiones llegarán. El problema real es, una vez lleguen las visiones, cómo discernir lo que es real de lo que es un capricho de la mente. Por tanto el consejo es: seamos espontáneos! Nunca planifiquemos o tratemos de atraer una visión. Limitémonos a practicar las técnicas y entonces veremos qué es lo que viene. Esto hará mucho más fácil llegar al nivel en que ya pueda confiarse en la propia visión.
Esta perspectiva no debería ser entendida como una crítica de los caminos que emplean la visualización o imaginación creativa. Hay muchos caminos. Lo que es verdadero en el contexto de un sistema en particular de desarrollo personal, no necesariamente es de aplicación a otros. En el estilo de trabajo Clairvision, la consigna simplemente es: "Seamos conscientes".
1.3 Confiemos en nuestra propia experiencia
Un buen punto a recordar es que, cuando no hay nada en que creer, tampoco hay nada de que dudar! Puesto que no estamos tratando de inventar nada, no perderemos el tiempo preocupándonos por si estamos viendo o no lo que estamos viendo. Confiemos en nuestra propia experiencia.
Mantengámonos practicando de acuerdo con estos sobrios principios y la clarividencia florecerá, creciendo en precisión y fiabilidad. A medida que las percepciones comiencen a repetirse a sí mismas, se hará cada vez más fácil confiar en ellas.
1.4 No analicemos durante una experiencia
No debemos tratar de analizar tan pronto como algo ocurra. De otro modo se perderá inmediatamente la percepción, ya que se volverá de nuevo a la mente discursiva. Una de las claves para la percepción yace en el cultivo de una forma superior de quietud, de la capacidad de no reaccionar cuando algo tiene lugar en el propio interior.
Una vez concluya la experiencia tendremos tiempo de sobra para analizarla. De todos modos, el análisis o discusión de una experiencia no necesariamente conduce al máximo aprovechamiento de la misma. Las experiencias de conciencia son como semillas. Es cuando pondere sobre ellas en silencio y las digiera, que madurarán en mayores realizaciones.
1.5 Protección psíquica
Normalmente, la mayor parte de las personas están psíquicamente desprotegidas, por dos razones principales. Primeramente, no son capaces de ver cuándo una energía negativa está alrededor suyo y cuándo se requiere precaución. En segundo lugar, no han sido entrenadas para sellar su aura y así hacerla impermeable a influencias externas cuando sea preciso.
El tercer ojo, al ser el órgano de la percepción sutil e intuición y el principal conmutador del cuerpo de energía, ofrece una respuesta verdadera a estos dos problemas.
En primer lugar, permite detectar cuándo el entorno energético es tal que se precisa prudencia.
En segundo lugar, debería quedar claro que nuestro método no solamente enseña cómo abrir el ojo, sino también a cerrar el aura. Desde las primeras técnicas, la vibración en el tercer ojo comenzará a despertar una densidad más elevada de energía protectora en el aura. Esto no se basa en la imaginación positiva o en la autosugestión, sino en la percepción tangible de una energía vibrante alrededor de uno mismo. No solamente será posible despertar dicha energía protectora durante la meditación, sino también en las situaciones más diversas de la vida diaria, tales como tomar un autobús, caminar por una calle atestada de gente o tratar con el jefe o con nuestros empleados.
Desarrollaremos "in extenso" métodos de sellado del aura más sistemáticos en los Capítulos 17, 18, 20 y 21 (protección). La capacidad de detectar líneas Ley y de tierra (Capítulo 12) será asimismo de gran ayuda para establecer un entorno completamente protegido.
1.6 Práctica, práctica, práctica...
 No creo que se adelante mucho con solo leer los veintidós capítulos del presente libro. Tanto si eres joven como si eres mayor, estás sano o enfermo, la clave para el éxito en la búsqueda espiritual reside en tres palabras: práctica, práctica, práctica... En verdad, no es necesario retirarse de la actividad y meditar todo el tiempo para alcanzar un nivel elevado de práctica espiritual. Este libro puede seguirse sin dedicar más de 10 ó 20 minutos diarios a los ejercicios de meditación. No obstante, se sugerirán determinadas prácticas para que se implementen durante las actividades cotidianas. Tratemos de convertirlas en hábitos, e incorporemos este trabajo en nuestro estilo de vida habitual tanto como nos sea posible.
Después de haber explorado muy diferentes caminos de autotransformación, uno a menudo llega a la conclusión de que no es tanto el método o el estilo de trabajo lo que importa, sino la realización interior que comporta. Lo que marca la diferencia es la capacidad de persistir en el camino. Observando las vidas de los grandes maestros, uno descubre que ellos no necesariamente comenzaron desde un nivel elevado. A veces tuvieron que afrontar obstáculos mucho mayores que los que nos encontraremos en nuestro propio camino. Pero ellos perseveraron, perseveraron, perseveraron... hasta el punto que ningún obstáculo se les podía resistir, y entonces se abrieron ante ellos vastas iluminaciones. "Persistencia sobrenatural" es una de las cualidades más esenciales que puede desarrollar un buscador espiritual. Aquellos que parecen entrar en estados de conciencia elevados sin tener que pasar a través de disciplina espiritual alguna, generalmente son personas que han pasado por procesos largos e intensos en sus vidas anteriores. Cualquiera que sea el propio nivel, es mediante una constante atención a todos los aspectos de la práctica como se consigue que llegue el éxito.
De acuerdo con el Evangelio de Felipe, "aquellos que creen que primero morirán y después resucitarán están completamente equivocados. Si no reciben la resurrección mientras todavía están vivos, después de la muerte nada recibirán."
1.7 Por qué retrasarse?
Comience las prácticas a medida que lea el libro.
En términos de autotransformación, mañana significa nunca.
Cualquiera que sea el progreso que pueda hacerse, hágalo ahora mismo.
Dios conoce el tiempo perdido.
1.8 Juguemos con las técnicas
Si tantos sabios se han esforzado tanto para lograr la iluminación espiritual, es porque es la mayor alegría que uno puede conseguir en la Tierra. Si se ve la espiritualidad como una cosa triste y austera, en dicho caso se está perdiendo el rumbo por completo. Los maestros más iluminados que me he encontrado eran hombres y mujeres que reían muchísimo. Así pues, por favor, sea realmente serio con las técnicas Clairvision: juegue con ellas. Si uno se involucra y es tan serio como un niño cuando juega (y si se persevera), entonces las posibilidades de éxito son enormes.
1.9 Permanezcamos relativos
Uno de los descubrimientos más fascinantes que resultan de entender los escritos de personas muy iluminadas es que dichas personas han visto el mundo de formas completamente diferentes.
En la tradición hindú, por ejemplo, tómense los Jnanis y Sri Aurobindo. En los trabajos de Sri Aurobindo, el mundo se presenta como la encarnación progresiva de una perfección divina. La muerte es una burla, y el Trabajo apunta a la inmortalidad física mediante la iluminación de la materia física. Para los Jnanis, por el contrario, la vida encarnada es un error fatal. En realidad, para los Jnanis todo el universo es un error, una especie de emanación transitoria, grosera y nauseabunda. Y el único propósito de la vida es coger un billete de ida de todo ello, tan rápidamente como sea posible.
Sri Aurobindo fue universalmente aclamado en India como uno de los yoguis más iluminados de todos los tiempos. Pero no se piense que los Jnanis son superficiales. Un jnana-yogui como Nisargadatta Maharaj, por considerar un ejemplo reciente, ha impresionado profundamente a toda su generación, a Oriente y a Occidente, por la inmensidad de sus estados de conciencia.
No existe ninguna salida fácil para este hecho: dependiendo desde donde se esté observando, así se verá el universo y su finalidad, de modos completamente diferentes. Es importante ponderar este hecho, ya que me parece que es uno de los mejores antídotos contra el dogma. Cualesquiera que sean las propias visiones, no deben convertirse en una prisión. Siempre debe dejarse espacio para cambiar la propia mente y sistema de ver el mundo.
Para las personas que deseen comprometerse con el estilo de trabajo de Clairvision, recomiendo en particular que se trabaje con dos cuerpos de doctrina completamente diferentes, tales como los de los Gnósticos y los de Rudolf Steiner, por ejemplo. El motivo para esta elección es que ambos surgen de vastas iluminaciones, están llenos de sabiduría e información práctica relativa al camino de la alquimia interior y de la tradición esotérica occidental y, por último aunque no por ello sea menos importante... son totalmente irreconciliables en numerosos aspectos clave! Así que, si se desea operar con los dos sistemas, no hay otra elección que permanecer relativo respecto al valor de las concepciones mentales.
Una vez más, no es lo que se crea o lo que se haya leído lo que cambiará la propia vida espiritual, sino lo que pueda experimentarse directamente. De ahí el trabajo sugerido en el presente libro, el cual apunta a generar la capacidad de sintonizar y alcanzar la propia percepción de los mundos espirituales.


CAPITULO 2   LOS MISTERIOS DE LA LARINGE
"Al principio era el Verbo,  y el Verbo estaba en Dios,  y el Verbo era Dios." (Juan 1:1)
"Tenía en su diestra siete estrellas,  y de su boca salía una espada aguda, de dos filos"  (Apocalipsis 1:16)
2.1 Fricción en la garganta
Esta práctica consiste en respirar con una fricción en la parte posterior y más baja de la garganta mientras se mantiene la boca ligeramente abierta. La fricción es generada tanto durante la inhalación como en la exhalación, lo cual crea un sonido como una especie de "viento". No es ni un silbido, ni un zumbido, ni ninguna otra forma de sonido cantado. El sonido es aproximadamente el mismo cuando inhalamos que cuando exhalamos. Si es posible, intentemos hacerlo en un tono bajo; así nos resultará más sencillo mantenerlo durante un período de tiempo prolongado. Pero antes de dar más indicaciones y consejos sobre la fricción en la garganta, aclararemos algunos aspectos.
No se trata de empezar a buscar una fricción en la garganta perfecta. Sólo hay que hacer una "especie" de sonido de fricción y dejar que se adapte por sí mismo con el tiempo.
Si tratamos de realizarlo a la perfección, probablemente acabaremos haciéndolo mal. (Esto mismo puede aplicarse a todas las técnicas de este libro). Si intentamos ser demasiado exactos, se interpondrá nuestra mente. Sólo hay que respirar con una vaga fricción en la garganta y todo irá bien! Basta con leer las instrucciones que se dan más adelante y entonces podrá volverse a esta sección al cabo de unas cuantas semanas, para así descubrir con mayor precisión dónde se produce la fricción y de este modo ajustar los detalles.
Comentarios   •Si desea tener una demostración inmediata, puede visitar la página Internet de Clairvision School (sección: Clairvision Knowledge Bank), donde podrá encontrar un archivo con el sonido de la fricción en la garganta. Pero, recuérde: un vago sonido de fricción será suficiente para poder seguir los ejercicios de Cómo Despertar el Tercer Ojo.
•No importa si se respira por la nariz o por la boca, o por ambas al mismo tiempo, aunque la boca debería permanecer ligeramente abierta. En esta posición, la mandíbula inferior está suelta y relajada, lo cual genera una determinada condición de energía que puede ser suficiente en sí misma para inducir un estado de conciencia ligeramente alterado.
 
La fricción proviene del área L (laringe)   • La fricción en la garganta es más cómoda y eficiente cuando proviene de la parte trasera de la garganta, no desde la boca y el paladar [área M en la figura - M por mitad de la boca], ni desde el área cercana a los dientes [área F - F por parte frontal de la boca].
  Si se estuviera realizando la fricción desde la mitad [M] o desde la parte frontal de la boca, el sonido tendría un tono más agudo y algo estridente, o incluso sibilante. Experiméntese y compárese cada uno de ellos.   •La fricción correcta proviene de la laringe y de la parte más baja de la faringe, es decir, de la parte más baja de la parte trasera de la garganta [área L en la figura]. Así pues, el sonido (correcto) es un tono más bajo, profundo e interiorizado que si procediera de la parte frontal de la boca.
•Otro posible error podría consistir en generar la fricción en la parte alta de la faringe (nasofaringe), esto es, en la parte trasera pero superior de la garganta, detrás de la cavidad nasal interna [área N en la figura]. En este caso, el cual es incorrecto, la fricción resonaría más en los senos nasales que en la garganta.
•A menudo, cuando practiquemos la fricción en la garganta, podremos sentir una vibración en la laringe, tenue aunque distinguible, si tocamos suavemente la Nuez de Adán con los dedos. (La Nuez de Adán es la protuberancia externa de la laringe en la parte superior de la mitad de la garganta. Está más marcada en los hombres que en las mujeres). Al principio esta vibración, que sentiremos con los dedos, a menudo se percibe con mayor claridad durante la inhalación que durante la exhalación, aún cuando se produzca el mismo sonido durante ambas.
•Cuán profunda debe ser la respiración? La profundidad y el ritmo deben ser los normales. Al principio debe implementarse una respiración ligeramente más profunda, con el fín de generar una fricción más clara. Pero no se necesita hiperventilar: ésta técnica no pretende crear el tipo de respiración usado en el rebirthing. El propósito es activar la energía de la laringe a través de la fricción. El énfasis no está en respirar, sino en despertar la laringe de energía.
•El propósito de la fricción en la garganta es reforzar la conexión con la "energía", un término que puede sonar vago al principio, pero que se hará cada vez más significativo a medida que se continúe trabajando en el tercer ojo. En cuanto se convierta en habitual la práctica de la fricción, bastará con sintonizar con el flujo de energía que la rodea, y automáticamente se ajustará la intensidad correcta de la respiración. Profundidad y ritmo variarán, pero la naturaleza de la energía es variar, y forma parte de nuestro propósito aprender a dejarnos llevar por la energía.
•La acción energética de dicha respiración con fricción será intensificada en gran medida si el cuello esta recto y vertical, alineado con el resto de la columna. Cuanto más perfecta sea la verticalidad del cuello, mayor poder se liberará en la laringe. Esto puede experimentarse como una intensificación repentina de la vibración, la cual tendrá lugar algunas veces cuando se mueva levemente el cuello al aproximarse éste a la verticalidad perfecta.
•La boca estará solo ligeramente abierta; pero aún es más importante estar seguro de que permanece abierta, y más concretamente que la mandíbula inferior esté relajada, así como que los dientes superiores e inferiores no se toquen.
  Cuando se esté familiarizado con la vibración en el entrecejo (se introducirá en el capítulo siguiente) conviene volver a este punto: trátese de practicar la fricción en la garganta con la boca ligeramente cerrada, y después con la boca levemente abierta, alternando las dos posiciones para sentir la diferencia en la energía. Se notará que en cuanto la mandíbula inferior esté relajada y ligeramente caída, se generará una condición completamente diferente en la energía, la conexión con la vibración se intensificará y en general la apertura se favorecerá.
Obsérvese también que esta posición de leve apertura de la boca no tiene que forzar la respiración por la boca en lugar de por la nariz. Respírese por la nariz, por la boca, o por ambas al mismo tiempo, como resulte más natural.   •Los principiantes a veces sienten que esta técnica reseca la garganta, o bien que la irrita ligeramente. Si así fuera, hágase la fricción en una zona más baja de la garganta. Los principiantes a menudo hacen la fricción en una zona demasiado alta de la garganta, cerca del paladar, lo cual irrita su garganta. En dicho caso, practíquese durante unos cuantos minutos varias veces al día y dicho inconveniente será pronto superado (puede usarse miel de buena calidad para suavizar y despertar la garganta). Con la práctica, esta fricción se mantendrá sin esfuerzo durante horas.
Después de algunos días de practica, la fricción en la garganta se ajustará naturalmente por sí misma y desaparecerá cualquier sensación de irritación.   •Hay que tener en cuenta que el foco de esta técnica está en la laringe, no en la respiración. No puede de ningún modo considerarse una práctica de hiperventilación, puesto que la respiración es exactamente la normal. Ni siquiera es un ejercicio de respiración propiamente dicho, ya que solamente se utiliza la acción mecánica del aire en la laringe, sin pretender conectar con el proceso de la respiración. La fricción se usa para crear una estimulación de la vibración en la laringe, pero en una etapa posterior de la práctica será posible despertar la misma vibración en la laringe sin hacer uso de la respiración.
•Por qué la protuberancia de la laringe llamada Nuez de Adán está más marcada en los hombres que en las mujeres? En inglés esta protuberancia se llama "Adam's Apple" (Manzana de Adán) y se dice que cuando Adán trató de tragar la manzana del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, ésta quedó atrapada en su garganta!
2.2 Propósito y efectos de la fricción en la garganta
La fricción en la garganta es un sonido de energía. Aquieta la mente y, cuando se domina, induce instantáneamente un estado de conciencia "sintonizado".
Una de sus muchas acciones es amplificar todo fenómeno psíquico. La forma en que se usará la respiración con la fricción en el capítulo siguiente, será conectándola con el área del entrecejo, para fortalecer nuestra conciencia del tercer ojo. En las prácticas posteriores, la fricción en la garganta se conectará con distintas estructuras del cuerpo de energía para así reforzarlas.
Qué significa "conectar"? Es una sensación o sentimiento que es más fácil de experimentar que de describir. Suponga que está tratando de conectar la fricción en la garganta con el área del entrecejo, por ejemplo. Al principio hay una conciencia simultánea de ambas. Entonces, automáticamente, tiene lugar una resonancia entre las dos. El área del entrecejo parece vibrar junto con la fricción en la garganta. En ese instante se produce una "mezcla". La fricción en la garganta se combina con la sensación en el área del entrecejo. Hay una comunicación de energía entre la laringe y el tercer ojo. Esto es lo que significa "conectar".
A continuación sucede una experiencia sencilla aunque fundamental: la percepción del tercer ojo se hace rápidamente más tangible e inequívoca. Este resultado es claro e instantáneo. El efecto de la fricción en la garganta es "dar forma", hacer que las cosas sean más sustanciales. Por lo tanto, cada vez que se conecte la fricción en la garganta con un chakra o con cualquier otro órgano de energía, dicho órgano se hará más perceptible. La laringe manifiesta las cosas, las revela.
Observaremos un efecto semejante cuando trabajemos con auras. Primero tendremos que fortalecer el espacio interior e iniciar el proceso de visión. Entonces, algunos ejercicios nos mostrarán cómo la percepción de los halos no-físicos y auras se estimula de forma instantánea cuando combinamos la fricción en la garganta con la visión (véanse los capítulos 5 y 7). Las luces y los colores aparecerán significativamente más "densos" y tangibles.
La fricción en la garganta puede emplearse también para establecer una conexión entre diferentes estructuras de energía. No solo puede conectarse la fricción con el tercer ojo o con cualquier otro órgano de energía, sino que puede realizarse la conexión entre distintos órganos de energía, y unirlos mediante la fricción. Por ejemplo, en los capítulos en los que se trata acerca de las circulaciones energéticas, se trabajará estableciendo una conexión entre la energía de las manos y la del tercer ojo. O bien, en los capítulos en los que se trata acerca de la protección, se aprenderá a conectar el tercer ojo con las energías del vientre.
A medida que avancemos en este camino, descubriremos otras funciones milagrosas asociadas con la laringe. Por ejemplo, la energía de la laringe es un excelente purificador. Puede digerir toda clase de energías tóxicas. Juega también un rol principal en el metabolismo del néctar de la inmortalidad. Es recomendable no considerar la fricción en la garganta como una rutina, sino más bien considerarla como la búsqueda sagrada de los misterios de la laringe.
2.3 Los misterios de la laringe
En la literatura sánscrita se pueden encontrar algunas historias sorprendentes sobre la voz. Los rishis, o sabios de la antigua India, se decía que tenían extraordinarias habilidades, llamadas siddhis. Una de ellas era el vac-siddhi (vac = voz), por el cual cualquier cosa que el rishi dijera se convertiría en realidad. Algunas veces, sólo con pronunciar una palabra, un rishi podía materializar un ejército completo y cambiar así el curso de la historia. De lo cual se seguía que la palabra pronunciada fuera considerada como sagrada e inalterable, lo cual era en ocasiones problemático. Por ejemplo, en el Mahabharata, el poema más largo que se ha transcrito en la historia de la humanidad, los cinco hermanos Pandava participaron en un torneo donde uno de ellos ganó para esposa a la princesa más bella. Al volver a casa, los hermanos anunciaron a su madre, la virtuosa Kunti, "Hemos vuelto con un tesoro". Entonces, bastante desafortunadamente, la madre exclamó. "Bien, pues que sea compartido entre los cinco", tras lo cual la princesa tuvo que convertirse en la esposa de los cinco hombres, turnándose con cada uno de ellos, y supuestamente sin ser parcial hacia ninguno de ellos.
El poder creativo de la voz se expresa claramente en sánscrito, donde vac, voz, es a menudo considerado como sinónimo de Shakti, que es la energía creativa, el poder de manifestación. En diversas tendencias de la antigua filosofía griega, puede hallarse un concepto similar en logos. El significado primario de logos es "palabra", pero también significa principio creativo. Después, en el Evangelio de Juan (escrito originalmente en griego), el término logos se usa también para caracterizar el principio creativo por el cual fue manifestada la creación: "Al principio fue el logos (Palabra o Verbo) y el logos estaba con Dios, y el logos era Dios." (Juan 2:1). Obsérvese que el primer libro del Antiguo Testamento también presenta una imagen en la cual, en diversas etapas de la génesis del mundo, Dios usa el poder de la palabra para crear: "Y Dios dijo, Hágase la luz: Y se hizo la luz". (Génesis 1:3). "Y Dios dijo, Hágase un firmamento en medio de las aguas, y divídanse las aguas de las aguas". (Génesis 1:6). "Y Dios dijo, Tráiganse a la tierra las criaturas vivientes..." (Génesis 1:24), y así sucesivamente.
En mi novela épica Atlantean Secrets ("Secretos de la Atlántida"), pueden encontrarse claras descripciones del misterioso poder de la voz que cultivaban los iniciados de la Atlántida, mediante el cual podían influir en la naturaleza, obrar sanaciones y lograr toda clase de hazañas milagrosas. Rudolf Steiner, en sus enseñanzas, también nos ha dejado múltiples indicaciones relativas al poder de la voz. Un aspecto que él desarrolló particularmente es la polaridad entre la voz y los órganos generadores y, como consecuencia de ello, describe múltiples consecuencias concernientes a la evolución de la humanidad.
Aparte de las indicaciones de Steiner, ciertos hechos sencillos demuestran que hay una conexión entre la voz (y, por tanto, la laringe) y la energía sexual. Por ejemplo, en la pubertad, cuando se desarrollan los órganos sexuales, la voz de los muchachos cambia de tono debido a la acción de una hormona masculina llamada testosterona. En las mujeres, la alteración de la voz también puede observarse en la menopausia.
En astrología, el órgano de la voz está relacionado con el signo Tauro y los órganos sexuales con Escorpio. La polaridad entre los órganos sexuales y la laringe es indicada por la oposición entre ambos signos.
Tauro está regido por Venus, Escorpio por Marte. Venus y Marte forman una pareja, con funciones diametralmente opuestas.
  Eje Tauro-Escorpio en el zodíaco
Otra conexión entre la voz y los órganos generadores puede encontrarse en el Hebreo antiguo, donde una de las palabras para voz es yediah, cuya raíz es yadah, con el significado de conocer. Y no es realmente una coincidencia el que la forma bíblica de referirse al encuentro sexual es yadah, conocer. Por ejemplo: "Y Adán conoció a Eva, su mujer; y ella concibió, y nació Caín..." (Génesis 4:1).
En acupuntura, el punto qi chong (Estómago 30), localizado a un lado del hueso púbico, tiene entre uno de sus síntomas que la garganta se irrita tras un encuentro sexual. En la medicina tradicional china pueden hallarse diversas conexiones entre la energía sexual y la garganta. Por ejemplo, de entre todos los órganos, se dice que el riñón es el que almacena la energía sexual. Y en la garganta se encuentran las amígdalas, las cuales tienen forma de riñones. Cuando hay una liberación de "fuego" por el riñón, a resultas puede haber una inflamación de la faringe (faringitis) o de las amígdalas (amigdalitis).
Pero volvamos a Steiner y veamos sus visiones acerca del futuro del órgano de la voz humana. Steiner consideraba - dentro de la tendencia de la evolución humana - que la importancia de ciertas partes del cuerpo se está desvaneciendo lentamente, mientras que otros órganos jugarán un papel cada vez más esencial en el futuro. Los órganos sexuales pertenecen a la primera categoría, mientras que la laringe pertenece definitivamente a la segunda.
Steiner ha mencionado con frecuencia que hacia la mitad de Lemuria (la época que precedió a la Atlántida), tuvo lugar un evento crucial en la historia oculta de la humanidad. Hasta entonces, la líbido de los seres humanos estaba todavía dirigida por entero a la procreación, de modo que cada ser humano era capaz de generar descendencia por y de sí mismo. Esto es, todos éramos hermafroditas. Un solo ser humano podía dar a luz a otro ser, sin precisar ser fecundado por nadie. Obsérvese que el concepto de que los seres humanos primordiales eran hermafroditas no solo se encuentra en Steiner, sino también en mitos de tradiciones muy diversas.
Asimismo Steiner describe cómo, en medio de alteraciones cataclísmicas del planeta Tierra, los seres humanos perdieron la mitad de su energía procreadora. Dejaron de ser hermafroditas: los sexos fueron separados. Cada ser humano únicamente retuvo la mitad de la energía procreadora y, desde entonces, tuvo que encontrar a alguien del otro sexo para poder tener descendencia. Qué le sucedió a la otra mitad de la energía procreadora, la que ya no estaba disponible para la procreación? De acuerdo con Steiner, fue redirigida hacia una función diferente: agarrar el Ego, o Ser Superior. Hasta entonces, los seres humanos habían vivido como seres amorfos, completamente desconectados de su Ego. Y fue mediante la redirección de la mitad de su fuerza sexual como se estableció el comienzo de una conexión con el Ego. Se convirtieron en seres espirituales.
Esta visión sugiere un modo interesante de ver la relación entre la energía sexual y la espiritualidad, así como la sexualidad en general. Por ejemplo, presenta el instinto sexual como una búsqueda de la "mitad perdida". Y, al mismo tiempo, sugiere que la mitad perdida no va a ser encontrada afuera, en la unión con otro ser humano, sino mediante la comunión completa con el propio Espíritu. También nos sugiere que la energía sexual y la energía que nos permite conectar con el Espíritu son fundamentalmente de la misma naturaleza, y que esta última no es otra cosa que una forma refinada y redirigida de la primera. Esta concepción encaja bastante bien con los sistemas Taoístas de alquimia interior, en los cuales se trabaja refinando y transmutando la energía sexual para así generar el embrión de inmortalidad, el cuerpo sutil en el que la plenitud del Ser Superior pueda ser permanentemente experimentada.
Pero volvamos a la voz. Después de que los seres humanos tuvieran la mitad de su energía sexual redirigida, hacia la mitad de la época Lemur, Steiner describe cómo aparecieron algunos órganos nuevos en el cuerpo humano. La laringe fue uno de ellos, lo cual establece una conexión directa entre la energía sexual transformada y espiritualizada y la laringe: mientras la energía sexual de los seres hermafroditas estaba al cien por cien dirigida a la procreación, no pudo formarse la laringe. Una vez que parte de la energía sexual fue refinada para comenzar a alcanzar el Espíritu, comenzó a desarrollarse la laringe.
Ahora bien, si tratamos de entender la función presente de la laringe, veremos que mediante la voz expresamos nuestros pensamientos y nuestras emociones, lo cual es un modo de darles una forma más definida. Tan pronto como se comiencen a practicar los ejercicios que se describen en los primeros capítulos del presente libro, se hará evidente que la fricción en la garganta hace que el tercer ojo sea más tangible, como si le diera forma. Se sintonizará con el tercer ojo y, tan pronto como se comience a efectuar la fricción en la garganta, el tercer ojo será inmediatamente percibido con más claridad, más intensamente.
Steiner predijo que, en el futuro de la humanidad, la capacidad de la laringe para dar forma llegará a ser excepcional, y que el poder creativo de la palabra se manifestará incluso en el plano físico: sólo con decir una palabra, se materializará el objeto correspondiente. Aunque las implicaciones parezcan asombrosas, el concepto no es, después de todo, diferente del vac-siddhi o poder creativo de la palabra que - de acuerdo con los textos sánscritos - los antiguos rishis hindúes dominaban a la perfección. Esto nos sugiere que los seres humanos están ganando gradualmente la capacidad de crear, similar a la de los Elohim del Viejo Testamento. En otras palabras, nos presenta a los seres humanos como dioses creadores en la manifestación - un tema que discurre a través de toda la tradición esotérica occidental, comenzando por el Génesis cuando Adán, habiendo comido del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, oyó al Elohim exclamar: "Contempla, el hombre se ha convertido en uno de nosotros" (Génesis 3:22). Todas estas consideraciones acerca de la laringe nos conducen a pensar que pueda haber algún significado simbólico detrás de la fábula de la Nuez de Adán (en inglós y otros lenguas llamada 'Manzana de Adán'), la cual era un trozo de la fruta del árbol de la Ciencia del Bien y del Mal que se quedó atascada en su garganta.
Curiosamente, Steiner previó un paso crucial en la evolución a largo plazo de la laringe: cuando la fuerza sexual haya sido completamente transmutada, la función procreadora ya no será nunca más realizada por los órganos sexuales, sino por la laringe. Los seres humanos habrán ganado entonces la capacidad de hacer que sus niños vengan por la palabra.
Otra de las visiones de Steiner, que es también bastante consistente con otras fuentes de la tradición esotérica occidental, es que con la transmutación final de la energía sexual en el poder creador de la voz llegará el fín de la muerte: la inmortalidad física. El final de los órganos sexuales implica el fín de la separación de los seres humanos en dos sexos. En el Evangelio de Felipe, uno de los Evangelios Gnósticos más interesantes, se afirma inequívocamente que, si "la mujer" no hubiera sido separada de "el hombre", ella no tendría que morir con "el hombre", y es la separación de los sexos la que causó el principio de la muerte. El mismo texto, además, indica que mientras Eva estuvo en Adán, no existía la muerte. Es cuando ella fue separada de Adán que la muerte comenzó. Si "el hombre" llega a ser completo otra vez, será el final de la muerte.
Esto puede ponerse en paralelo con el Evangelio de Tomás, en el que Jesús dice a sus discípulos que es haciendo de los dos uno como ellos llegarán a ser los hijos del hombre y mover montañas, diciendo: "Montaña, muévete!".
Entonces la "Palabra perdida", sobre la cual se basa la tradición Masónica, habrá sido recobrada, y el Templo será reconstruido para siempre.
Los alquimistas a menudo definían su arte como una forma de acelerar los procesos naturales de evolución de la naturaleza. Por ejemplo, ellos consideraban que todos los metales estaban en vías de convertirse en oro, y que transmutar los metales básicos en oro no era otra cosa que lograr en un corto período de tiempo lo que de otro modo a la naturaleza le hubiera costado mucho tiempo de conseguir. Habrá más ocasiones, en este y en otros libros del Clairvision Corpus, de volver a considerar el significado interno del oro de los alquimistas. Según ellos, su oro no era "oro común". En esta etapa inicial, podríamos emplear este concepto de "aceleración" para definir la alquimia interna: la alquimia interna apunta a conseguir ahora transformaciones que la humanidad, siguiendo su curso natural de evolución, únicamente completará mucho más adelante.
La fricción en la garganta se ha diseñado para conseguir una transformación alquímica de la laringe y poder comenzar a extraer su poder creador. En concreto, en el estilo Clairvision de alquimia interna la laringe se emplea con profusión para dar forma y "densificar" diversas estructuras del cuerpo de energía, tal como se comenzará a experimentar mediante las prácticas del Capítulo 3.
2.4 El zumbido y la magia de las abejas
 Siéntese en una posición de meditación, con la espalda muy recta. Hágase consciente de la parte cervical de la espina dorsal, en el cuello, y busque una posición perfectamente vertical, alineada con el resto de la espalda.
Mantenga los ojos cerrados.
Hágase consciente de la laringe.
Comience a entonar un zumbido continuo, haciendo vibrar la garganta. Haga el sonido mientras exhala e inhala. Haga inhalaciones cortas y exhalaciones prolongadas.
Permanezca consciente de la vibración física que se genera en la laringe debida al zumbido.
Continúese la práctica durante unos cuantos minutos. Entonces, permanezca quieto y en silencio durante algunos minutos más, sintiendo únicamente la vibración en la garganta.
Comentarios   •Esta técnica puede ser bastante intoxicante. Si se practica durante un tiempo suficiente, inducirá un estado de conciencia ligeramente estimulante. Este efecto se refuerza enormemente si se está al mismo tiempo consciente del tercer ojo, de acuerdo con los principios que se desarrollarán en el capítulo siguiente.
•Una forma de practicar este ejercicio es haciendo que el zumbido se parezca al de una abeja. Entonces la práctica se convierte en la técnica bhramarin del Hatha-Yoga. Si se encuentra difícil, no hay que preocuparse. Cualquier clase de zumbido servirá, siempre que se cree una vibración tangible, la cual podrá sentirse poniendo los dedos sobre la protuberancia de la laringe.
Las abejas, grandes expertas en el zumbido, son pequeñas criaturas superiormente alquímicas. Es fácil observar su conexión con la energía sexual de las plantas. Por ejemplo, ayudan a que muchas plantas se reproduzcan mediante el polen (el equivalente al semen de la planta) que transportan de una planta a otra. Toman el néctar de las partes reproductoras de las plantas y lo transforman en miel.
La miel es una sustancia destacable en muchos aspectos. Se mantiene durante años sin proceso de conservación alguno - un tiempo muy prolongado, en especial si se compara con la duración de la vida de una abeja obrera, que es de uno a dos meses. De este modo, las abejas toman un producto relacionado con la sexualidad y lo transforman en una sustancia no perecedera. Esto, por supuesto, nos recuerda a los procesos alquímicos, mediante los cuales la fuerza sexual es transmutada, los cuales culminan en la formación del cuerpo de inmortalidad. A un nivel más simple, la jalea real, otro producto de la colmena, el cual es muy buscado, está considerado como una sustancia que aporta longevidad.
La miel, curiosamente, siempre ha sido considerada un excelente remedio para la garganta, y las abejas un símbolo de la elocuencia. En hebreo, una de las palabras para voz es dibur, la cual procede de la raíz daber, que genera el verbo ledaber, hablar. Y abeja es dvora, que procede de la misma raíz (el nombre Deborah proviene del hebreo dvora, abeja).
 
CAPITULO 3
EL DESPERTAR DEL TERCER OJO
3.1 Qué es el tercer ojo?
El tercer ojo es la puerta que abre al espacio de la conciencia y a los mundos interiores. También es el principal órgano para gobernar y poder despertar el cuerpo de energía. Así pues, en la práctica el tercer ojo actúa como un "conmutador" que puede activar frecuencias más elevadas del cuerpo de energía y, en consecuencia, conducir a estados de conciencia más elevados.
Desde un punto de vista terapéutico, la experiencia profesional me ha mostrado que numerosos pacientes se sentían mejor cuando conectaban con el tercer ojo, independientemente de la naturaleza de sus problemas. Debido a su función de conmutador, tan pronto como se activa el tercer ojo tiende a iniciarse el movimiento de diversas corrientes de energía. Lo cual supone el ajuste automático de un gran número de desórdenes físicos y emocionales, un proceso que podría definirse como una especie de auto-acupuntura. Además, incluso el proceso inicial del despertar del tercer ojo tiende a ponernos en contacto con los planos más profundos de la personalidad, lo cual por sí mismo supone una importante acción terapéutica. Por supuesto, no estoy sugiriendo que sea suficiente conectar con el tercer ojo para sanarlo todo, aunque el potencial de este centro es tan grande que no me sorprendería que en las próximas décadas se desarrollarán cada vez más las "terapias del tercer ojo".
Desde un punto de vista espiritual, tanto en la tradición cristiana como en la hindú se encuentran textos que comparan el cuerpo con un templo. Si pretendiéramos desarrollar dicha analogía, equipararíamos al tercer ojo con el portal del templo. Cruzando dicho portal se pasa de lo profano a lo sagrado, del estado donde se lee y se piensa acerca de la vida espiritual al estado en que se comienza a experimentar. El tercer ojo siempre ha sido considerado por quienes buscan conocerse a sí mismos como una de las joyas más preciosas, de ahí la piedra preciosa que se coloca en la frente de las estatuas de los Budas.
En este capítulo describiremos cómo comenzar a establecer una conexión con el tercer ojo (práctica 3.2), así como una técnica de meditación (3.7) mediante la cual se puede explorar y desarrollar aún más el tercer ojo.
3.2 Primera apertura
Advertencia previa a la práctica de apertura
Esta práctica de apertura se ha diseñado para dar una primera "pista" del tercer ojo, mediante el despertar de una cierta sensación en el entrecejo. Se ha pensado para que sea puesta en práctica una sola vez, o bien unas cuantas veces durante un corto período de tiempo. A partir de entonces, el trabajo en el tercer ojo se continuará mediante la práctica de meditación indicada en la sección 3.7, así como con las demás prácticas que contiene el presente libro.
Un buen modo de comenzar es elegir un día en el que no se tenga nada que hacer, por ejemplo al principio de un fín de semana, y enfocarse intensamente en las prácticas. Después de este fuerte impulso inicial será más fácil seguir las restantes prácticas.
Las prácticas pueden efectuarse a solas o con amigos, en cuyo caso la energía será más intensa. El mejor día del mes para empezar es el inmediatamente anterior a la luna llena. Sin embargo, no hay que preocuparse en exceso por el calendario, ya que lo principal es hacer, más que esperar a que llegue el momento perfecto.
Se recomienda vestir ropas de colores claros, preferiblemente blancas. Evítese vestir de negro.
Debe recordarse que se está tratando con percepciones sutiles. La vibración no es de esperar que sea sentida como una daga en la frente. Aún en el caso de que solamente se sienta una vaga titilación o presión en el entrecejo, es más que suficiente para comenzar el proceso. Todas las demás prácticas del libro contribuirán a intensificar y desarrollar la percepción inicial.
Recuérdese: ni imaginación ni visualización. Déjese que las cosas lleguen por sí mismas. Una tenue vibración ya está presente en el entrecejo de todo el mundo. El propósito es revelar esta vibración natural, para más adelante cultivarla.
Léanse detenidamente las instrucciones que se presentan en la siguiente sección, preferiblemente unas cuantas ocasiones antes de ponerlas en práctica.
Preparación
Elija una habitación tranquila donde nadie pueda interrumpir durante al menos una hora. Esta práctica puede realizarse junto con amigos - no es necesario hacerla a solas - pero no debería estar presente en la habitación nadie que no esté realizándola.
Enciéndanse velas alrededor de la habitación.
Despréndase del cinturón, corbata u otras prendas restrictivas.
Quítese el reloj de pulsera.
Túmbese en el suelo, preferiblemente sobre una alfombra, sábana o manta delgada. Los brazos no deberían cruzarse, sino yacer a ambos lados del cuerpo. Es recomendable que las palmas de las manos miren hacia arriba.
Las piernas no deberían cruzarse.
Cierre los ojos. Mantenga los ojos cerrados hasta el final de la práctica.
Relájese durante dos o tres minutos.
Hágase el zumbido durante cinco a diez minutos (sección 2.4).
Fase 1
Hágase consciente en la garganta. Comience a respirar con la fricción en la garganta, tal como se explicó en el capítulo precedente (sección 2.1).
Hágase consciente de la vibración generada en la laringe por la fricción en la garganta.
Únicamente se trata de estar consciente, sin ninguna concentración en particular.
Fluya con la energía. Si aparecen algunos movimientos en el cuerpo o en la conciencia, déjese que sucedan.
Continúe durante cinco a diez minutos, respirando con la fricción en la garganta y siendo consciente de la vibración en la laringe.
Fase 2
Mantenga la respiración con la fricción en la garganta.
En lugar de ubicar la conciencia en la laringe, hágase ahora consciente de la zona del entrecejo.
No hay que concentrarse. Si se "agarra" el área del entrecejo con un foco excesivo, el proceso no podrá revelarse. Flúyase con la energía. Sígase lo que llega espontáneamente. Si la respiración cambia con naturalidad y se hace más intensa, debe entonces seguirse dicha - u otra - tendencia natural de la respiración. No obstante, hay que asegurarse de que se está manteniendo al menos alguna fricción en la garganta durante las primeras cinco fases de la práctica.
Permanezca "solo consciente" del entrecejo, respirando con la fricción en la garganta durante unos cinco minutos. Para esta práctica no es preciso controlar el tiempo con precisión, por lo que no hay necesidad alguna de mirar al reloj.
Fase 3
Coloque la palma de la mano enfrente del área del entrecejo, sin que la mano toque la piel, a una distancia de unos tres a cinco centímetros.
 
Obsérvese que la mano no toca la piel.
Durante algunos minutos permanezca inmóvil en el suelo con los ojos cerrados, mientras respira con la fricción en la garganta, consciente del entrecejo y con la palma de la mano a unos tres centímetros por encima de dicha zona.
Fase 4
Mantenga la mano frente a sí mismo, o bien vuélvala al costado, según prefiera.
Permanezca con los ojos cerrados, respirando con la fricción en la garganta, consciente del área del entrecejo.
Comience a esperar la aparición de una vibración en el entrecejo, la cual puede tomar diferentes aspectos: bien una clara vibración o picazón, o incluso una presión bastante difusa, una sensación de peso o de densidad, en el área del entrecejo.
No hay que esforzarse. Permanezca tranquilo, ya que hay que permitir que las cosas sucedan naturalmente.
Recuerde que los ojos deben permanecer cerrados durante todas las fases de esta práctica.
Fase 5
Tan pronto como perciba la más leve sensación de vibración o picazón, presión, pulsación, peso o densidad, debe proceder del siguiente modo: conecte la fricción en la garganta con la sensación del entrecejo.
Conectar significa estar simultáneamente consciente, tanto de la fricción en la garganta como de la vibración (o picazón, densidad, presión...) en el área entre las cejas. Conforme se procede de este modo, la conexión entre la energía de la fricción en la garganta y el tercer ojo se va percibiendo cada vez con mayor claridad.
A medida que se combina con la fricción en la garganta, cambiará la vibración, haciéndose más sutil a la vez que más intensa.
Si se siente vibración o picazón en cualquier otra parte del cuerpo - por ejemplo en toda la frente, los brazos, o incluso en todo el cuerpo - no hay que prestar atención a la misma. Se trata de permanecer consciente de la vibración (o densidad, presión...) en el área entre las cejas.
Continúe con la realización de esta fase durante unos diez minutos, fortaleciendo la vibración en el entrecejo mediante la conexión con la fricción en la garganta.
Recuérdese que no hay que imaginar ni visualizar nada. Se trata de fluir con lo que venga.
Fase 6
Interrumpa la fricción en la garganta.
Ya no hay que enfocarse en la vibración.
Permanezca con los ojos cerrados, consciente únicamente del área del entrecejo durante otros diez minutos (o, preferiblemente, algo más).
Hay que estar absolutamente inmóvil, sintiendo la energía en torno a uno mismo. Cuanto más inmóvil se esté, más intensa será la sintonía.
Obsérvese si puede percibirse alguna sensación de luz o de colores en la zona del entrecejo.
Comentarios
• No hay que concentrarse o "agarrar" el área del entrecejo, sino mantener un foco muy suave en dicha área. Con una concentración excesiva únicamente se conseguiría bloquear el proceso. No se trata de "hacer", sino de predisponerse a que las cosas sucedan por sí solas.
• Enfocarse en el área del entrecejo quiere decir, sencillamente, estar consciente de dicha área, y no - por el contrario - dirigir los globos oculares como si se tratara de observarla. En el caso de que se efectuaran dichos movimientos con los ojos, se originaría una tensión que se interpondría y distorsionaría el curso natural de la experiencia. Es decir, los ojos no hay que dirigirlos hacia ninguna parte en particular. Este comentario es de aplicación para las demás prácticas contenidas en el presente libro.
• Al principio es normal experimentar una vibración (o presión, densidad...) en otras zonas de la frente o de la cara. Cuando esto ocurra, no debe prestarse atención a dicha vibración, sino enfocarse en la vibración del entrecejo, conectándola con la fricción en la garganta. Con la práctica, todo será sencillo.
• Si se practica con amigos debe comprobarse que no se está tocando a nadie, al objeto de evitar transferencias indeseadas de energía.
• Si la experiencia se hace excesivamente intensa, lo único que hay que hacer es abrir los ojos, con lo cual se volverá al estado normal de conciencia.
Primera Apertura - Sinopsis de la Práctica
Tumbarse en el suelo y relajarse.
1) Fricción en la garganta + conciencia en la laringe
2) Fricción en la garganta + conciencia en el entrecejo
3) Como en 2) + palma de la mano frente al tercer ojo
4) Fricción en la garganta + buscar la vibración, picazón, presión, densidad... en el área del entrecejo
5) Conectar la fricción en la garganta con la vibración en el entrecejo
6) Quietud absoluta - conexión con la energía en torno a uno mismo
3.3 Experiencias varias
En el Capítulo 10 se puede consultar un resumen de las experiencias que es más frecuente encontrar cuando se empieza a trabajar con el tercer ojo de acuerdo con los principios y técnicas desarrolladas en el presente libro.
En lo que concierne a esta primera apertura, lo único que importa es la vibración (o picazón, o densidad...) en el área entre las cejas y la luz, si es que se perciben. La mejor actitud es no prestar atención a ninguna otra manifestación que pueda ocurrir mientras se implementa dicha práctica.
Cuando se trabaja con el tercer ojo y con energías etéricas, especialmente al principio, puede que tengan lugar otras manifestaciones menores tales como la picazón, o incluso sacudidas, en diferentes partes del cuerpo, o bien imágenes que se instalan de repente en la conciencia. Déjese que vayan y vengan, ya que no tienen demasiado significado. Limítese a seguir la técnica como si no sucediera nada.
Puede ocurrir que la vibración, la picazón, la densidad o la luz que se sienta en el entrecejo sea bastante intensa; pero realmente no importa si son un tanto tenues o borrosas. Como se verá más adelante, la intensidad de la energía puede variar mucho de un día a otro para una misma persona; y bien puede ser que se haya intentado la "primera apertura" en un día de baja intensidad energética. Sin embargo, independientemente de lo tenues que puedan ser dichas cualidades, son el primer hilo, y en el transcurso del presente libro se irá introduciendo de forma gradual una técnica sistemática para transformarlas en una percepción clara del tercer ojo.
3.4 Referencias experienciales
vibración <=> etérico (fuerza vital)
colores, luz <=> astral
luz púrpura <=> espacio astral
A medida que se practiquen las diversas técnicas que trabajan con el tercer ojo, podrá principalmente encontrarse con tres tipos de experiencias en el área del entrecejo: 1) vibración, 2) colores y luz, 3) luz púrpura. La primera indica una activación del plano etérico, la segunda del astral y la tercera - la percepción de la luz púrpura - indica que se ha establecido una conexión con el espacio astral (los términos "etérico" y "astral" serán más adelante desarrollados con amplitud).
Por supuesto, estas indicaciones son excesivamente simples como para poder ser exactas. Pero desde un punto de vista experiencial proporcionan una referencia útil para facilitar la búsqueda del propio camino en la etapa inicial.
1) Vibración, picazón, sensación de presión, peso o densidad, tienen el mismo significado cuando se sienten en el entrecejo. Indican que se ha activado algo en la parte etérica del tercer ojo. El cuerpo etérico es el plano o estrato donde se contiene la fuerza vital, equivalente al prana de la tradición hindú o el qi de la medicina tradicional china. (El tercer ojo no es un órgano físico, sino que es predominantemente etérico y astral).
La vibración (o cualquiera de sus equivalentes, como picazón, pulsación, presión, peso, densidad...) es la sensación por la que se percibe el etérico. Siempre que se sienta en cualquier parte del cuerpo, indica que el etérico está activado en dicha zona. Por consiguiente, la percepción de la vibración en el entrecejo no es otra cosa que la percepción de la parte etérica del tercer ojo.
Dado que la picazón, presión, densidad o peso tienen más o menos la misma significación, a efectos simplificatorios nos referiremos a todas ellas en conjunto con una sola palabra: vibración. Por lo tanto, siempre que se lea "vibración" en el presente libro, se debe interpretar que nos estamos refiriendo a todo el conjunto de sensaciones citado. Por ejemplo, "construir la vibración en el entrecejo" significaría construir la modalidad que sea más natural en uno mismo: vibración, presión, densidad... En cualquier caso, transcurrido cierto tiempo la vibración se percibirá como si fuera todas las modalidades citadas al mismo tiempo.
Hay diferentes niveles de vibración, al igual que existen diferentes niveles de energía etérica, unos más sutiles que otros. La intensidad de la vibración puede variar de un día a otro. Además de las variaciones cuantitativas, también la cualidad de la vibración tiende naturalmente a diferir de un día a otro. En consecuencia, es importante no apegarse a ninguna modalidad, sino fluir con lo que venga cada día. Tras algún tiempo, la experiencia se hará más estable y los movimientos de la energía estarán más bajo control.
2) El segundo tipo de experiencia que puede tener lugar en el entrecejo es la de luces (no físicas) de varios tipos, desde una vaga neblina, nube o brillo hasta colores y formas organizados. Estas variadas manifestaciones pueden considerarse como equivalentes, e indican que algo se está activando en la parte astral del tercer ojo. Para simplificar, nos referiremos a todas ellas con el término "luz". Así, cada vez que se lea "luz" en el presente libro, implica que nos estamos refiriendo al conjunto de manifestaciones mencionado (neblina, colores, formas luminosas, puntos brillantes, brillos...). Elíjase la que llegue con más naturalidad a uno mismo, permitiendo que se vaya refinando gradualmente hasta convertirse en una luz cada vez más brillante.
El cuerpo astral es el plano de la conciencia mental y de las emociones. La ecuación "luz (no física) = astral" no es absoluta, ya que ciertas frecuencias elevadas de luz provienen de planos muy por encima del astral. Pero, como pronto se aprenderá a discernir, las luces y colores que normalmente aparecen en el entrecejo cuando se "activa" el tercer ojo son un claro indicador de que la parte astral del tercer ojo se está activando.
3) La luz púrpura es a menudo percibida como el fondo de las otras luces o formas de color. Da la sensación de una extensión o espacio que se extiende frente al tercer ojo. Cuanto más profundamente se contacte la luz púrpura, más se percibirá como un espacio que no solo está enfrente sino también alrededor de uno mismo. Este espacio se corresponde con lo que los esoteristas denominan espacio astral.
Este espacio de conciencia no siempre se percibe como púrpura, sino también como azul oscuro e incluso negro. Lo que más importa es la sensación de espacio, independientemente del color de fondo que se perciba. Por tanto, emplearemos el término "espacio" para indicar la extensión oscura al fondo del tercer ojo, cualquiera que sea su color.
Obsérvese que la percepción del espacio púrpura es bastante sencilla, así como que muchas personas lo han experimentado (particularmente durante la infancia) sin haberse dado cuenta de su verdadera naturaleza.
3.5 Cuando no se siente ninguna vibración
A continuación se exponen unas cuantas indicaciones para quienes no puedan sentir ninguna vibración en el entrecejo mientras realicen los ejercicios.
Es posible, y no es infrecuente, que la vibración esté pero que no se registre. Puede que se esté esperando algo extraordinario o muy intenso. Tal vez sea demasiado simple. Esta vibración ha estado siempre en el entrecejo y nunca se le ha prestado la atención suficiente.
Puede que se esté bloqueando el proceso por practicar con vehemencia. Asegúrese de que no hay concentración, déjese que las cosas sucedan por sí mismas. No hay que buscar la vibración, hay que dejar que venga. Continúe con la práctica, insista; pero con el espíritu de dejarse llevar.
Hay otra razón por la cual puede que no se sienta ninguna vibración: tal vez se esté teniendo luz en lugar de vibración. Recuérdense las referencias:
vibración <=> etérico
luz <=> astral
Si se está percibiendo luz en alguna de sus formas (desde un simple haz borroso y desdibujado hasta un maravilloso espacio púrpura, pasando por diversos tipos de colores y formas), en ese caso se está ya en el astral, y por tanto ya no se está en el etérico. No se puede (al principio) estar dentro y fuera de la casa al mismo tiempo. Consecuentemente, si se está teniendo luz, es bastante posible haber soslayado el nivel de la vibración. En dicho caso, continúe la práctica con la luz en vez de con la vibración. En el plan de meditación que se sigue en el presente libro (sección 3.7), esto supone pasar de la fase 2 a la fase 3. No hay que preocuparse por la vibración, sino conectar la vibración en la garganta con la luz.
Después de haber efectuado estas prácticas con cientos de estudiantes de Clairvision School, nunca he visto a nadie que no lograra sentir la vibración después de unas cuantas prácticas. Síganse los Oxyrhynchus Sayings of Jesus, donde se habla acerca de aquellos cuya búsqueda no cesa hasta que encuentran, "y cuando encuentren se quedarán atónitos". Persevere, persevere, persevere... y todo llegará.
3.6 Otros comentarios acerca del tercer ojo
Es práctico considerar el tercer ojo como si fuera un parche o moneda grande en el centro de la frente (área del entrecejo). En realidad, el tercer ojo es más bien como un túnel o tubería que va desde el área del entrecejo hasta el hueso occipital, en la parte posterior de la cabeza.
 
El túnel del tercer ojo
A lo largo de dicho túnel existen varios centros de energía, mediante los cuales se puede conectar con diferentes mundos y áreas de conciencia. Esto explica por qué distintos sistemas pueden "ubicar" el tercer ojo en sitios diferentes: cada uno elige uno de los centros de energía que se emplazan a lo largo del túnel como punto de referencia, o incluso a veces una estructura de energía adyacente al túnel del tercer ojo.
Otro punto importante a tener en cuenta es que el tercer ojo no es físico. La parte más material del tercer ojo es una estructura de energía que se integra en el cuerpo etérico, o plano de la fuerza vital. El cuerpo etérico tiene múltiples conexiones con el cuerpo físico y por lo tanto el tercer ojo, al ser el "conmutador principal" del cuerpo etérico, está asimismo estrechamente conectado a ciertas estructuras del cuerpo físico, como por ejemplo las glándulas pituitaria y pineal.
Sin embargo, sería simplista decir que el tercer ojo es la glándula pituitaria o la glándula pineal, como se afirma en ciertos libros. Como se ha explicado anteriormente, el túnel del tercer ojo no es físico. El tercer ojo impacta su energía en varias estructuras del cuerpo físico, incluyendo el seno frontal, los nervios ópticos y sus ramificaciones, los nervios de la placa cribiforme del hueso etmoides, las glándulas pituitaria y pineal, algunos de los núcleos en el centro del cerebro, los ventrículos del cerebro y otras más. Sería en exceso simplista y limitador tomar una de estas estructuras y etiquetarla como "tercer ojo". Insistimos una vez más en que el tercer ojo no es físico, sino que es un órgano de energía. Puede tener conexiones privilegiadas con determinadas estructuras físicas, aunque no puede limitarse a ninguna de ellas.
Al principio no hay que preocuparse de ninguna otra parte del túnel, sino estar consciente en el entrecejo. Hay que empezar en algún punto, y este centro en particular, en el área entre las cejas, posee la gran ventaja de crear una energía protectora alrededor del aura tan pronto como es activado. Más adelante se hará la introducción a otros centros del "túnel".
Así pues, en el presente libro, siempre que hablemos de "el ojo" nos estaremos refiriendo al área del entrecejo (entre las cejas). Lo cual, por supuesto, no implica que el entrecejo sea el tercer ojo en su totalidad. Aunque, en las etapas iniciales de aprendizaje, es el área que se usará y desarrollará como conmutador principal, el lugar donde se permanecerá consciente constantemente. Si se tienen sensaciones en otras áreas de la cabeza no debe tratarse de suprimirlas, ni tampoco de prestarles atención todavía. Manténgase el foco en el entrecejo.

3.7 Meditación en el tercer ojo
Ahora comenzaremos con nuestra principal técnica de meditación. Los estadios iniciales de este proceso de meditación no pretenden la proyección a estados de transcendencia espectaculares, sino trabajar en la construcción sistemática del tercer ojo, para más adelante lograr el verdadero silencio interior. Como se analizará en el Capítulo 9, relativo a la toma de conciencia, uno de los principios de nuestra aproximación es que uno no puede luchar mentalmente contra la mente. No puede forzarse a la mente a permanecer en silencio. Pero puede construirse una estructura que transcienda la mente, desde donde la mente pueda dominarse. En tal sentido, el tercer ojo puede ser comparado a una torre de control, semejante a la del vigésimo hexagrama del I Ching. Las primeras fases de este proceso de meditación pretenden la estructuración del tercer ojo y su integración en el propio sistema, tan tangiblemente como sea posible.
Las fases 4 y 5 tratan del espacio interior y de los vórtices misteriosos. Durante las primeras semanas de la práctica, para simplificar, puede decidirse obviar la fase 5 (el vórtice), yendo directamente desde la fase del espacio a la "no-técnica", o meditación propiamente dicha, cuando se está "solamente consciente" por encima de la cabeza.
Preparación
Quítese los zapatos, el cinturón, la corbata y el reloj.
Siéntese en el suelo con las piernas cruzadas, o en una silla, con la espalda vertical. No es preciso estar en el suelo; pero la espalda ha de estar muy recta y vertical. Si se está sentado en una silla es preferible no apoyar la espalda en el respaldo, de modo que se permita el libre flujo de las energías.
Meditación, fase 1: la laringe de energía
Cierre los ojos. Mantenga los ojos cerrados hasta el final de la meditación.
Comience respirando con la fricción en la garganta (sección 2.1).
La respiración con la fricción genera una vibración en la garganta. Hágase consciente de la vibración en la laringe. Utilice la fricción en la garganta para intensificar la vibración en la laringe.
La vibración en la garganta se compone de dos partes: una física, creada por una acción mecánica de la respiración, y otra más sutil, como una picazón, que puede percibirse aún después de interrumpir la respiración con la fricción en la garganta.
Emplee la fricción en la garganta para intensificar la picazón no física.
Ajuste la posición de la columna. Busque la verticalidad absoluta. Alinee el cuello con el resto de la espalda en busca de una postura perfectamente vertical. Asegúrese de que la cabeza, el cuello y el resto de la espalda están perfectamente alineados y verticales.
Observe cómo se intensifican la vibración en la laringe y el flujo de energía en la garganta cuanto más próximo se está a la postura de perfecta verticalidad.
Cultive la quietud.
Meditación, fase 2: vibración en el ojo
Siga respirando con la fricción en la garganta; pero deje que descienda la conciencia de la garganta. Hágase consciente de la vibración en el entrecejo.
Conecte la vibración en el ojo (i.e. en el entrecejo) con la fricción en la garganta.
Si no se está suficientemente seguro de lo que significa 'conectar', limítese a permanecer consciente de ambos centros al mismo tiempo: la respiración con la fricción en la garganta y la vibración en el entrecejo. Pronto se evidenciará el hecho de que hay una cierta interacción entre la garganta y el ojo. Esto es lo que significa conectar.
La fase 2 consiste en usar la fricción en la garganta como un amplificador, para cultivar y la vibración en el ojo.
Si se puede elegir entre una densidad pesada o una sutil picazón, es preferible quedarse con la picazón. Evite la sujeción de la mente. Mantenga la experiencia ligera.
Meditación, fase 3: luz en el ojo.
Mantenga la fricción en la garganta. (Los ojos permanecerán cerrados hasta el final de la meditación).
Haga descender la conciencia de la vibración. En vez de esto, empiece a buscar en el entrecejo una niebla o neblina, o un brillo, o cualquier tipo de luz o color. Todas ellas pueden integrarse como diferentes modalidades de "luz", lo cual, naturalmente, en el contexto del presente libro, no hace referencia a una luz física sino espiritual, la cual es percibida con los ojos cerrados.
Un principio esencial del trabajo es:
No trate de ver la luz, trate de sentirla!
Recuerde, no hay que imaginar ni visualizar - solamente hay que tener conciencia de lo que está frente a uno mismo.
Tan pronto como se perciba alguna de esas modalidades de luz (neblina, brillo, color...), aunque sea vagamente, conecte con la fricción en la garganta. Así como en la fase 2 se conectaba la fricción con la vibración en el entrecejo, ahora se está conectando la fricción con la luz. En vez de amplificar la vibración, ahora se trabaja para amplificar la luz.
A medida que se avanza en la práctica se percibirán partes de la luz cada vez más brillantes. Se ha de descender paulatinamente la conciencia de las partes más neblinosas para enfocarla en las más brillantes. Conecte la fricción amplificadora con las partes más luminosas de la luz.
Es frecuente la experiencia de minúsculas partículas brillantes de luz, esparcidas por el espacio frente a uno mismo, moviéndose aleatoriamente en todas direcciones. Conforme se conecte la fricción con dichas partículas luminosas, algunas de ellas entrarán en uno mismo e irán directamente al corazón, alimentándolo con una energía preciosa.
Meditación, fase 4: conciencia en el espacio
Permanezca en el ojo, entre las cejas.
En lugar de enfocarse en la propia luz y en sus partículas brillantes, hágase consciente del fondo de la luz. La penumbra o luz púrpura al fondo de todos los colores dará una sensación de espacio, el cual se extiende frente a uno mismo.
El espacio puede aparecer como púrpura, azul oscuro o incluso únicamente oscuro. Más que su color, lo que importa es la sensación de extensión.
Limítese a permanecer consciente en el espacio. Déjese absorber en él.
En este punto la fricción en la garganta puede disminuirse o incluso interrumpirse. Reanude la respiración con fricción si la mente divaga con pensamientos.
Meditación, fase 5: pivotando en el espacio
Comience a pivotar en el espacio frente a sí mismo, haciendo espirales hacia adelante y en el sentido de las agujas del reloj, como si estuviera cayendo hacia adelante en un túnel.
Pivote como si estuviera atrapado en un vórtice o remolino.
El vórtice está ahí, en el espacio, esperando. No debe tratar de inventarse un movimiento en espiral. Más bien se trata de dejarse coger por el vórtice y ser arrastrado por su movimiento natural.
A medida que se gira, a veces cambiarán las cualidades y el color del espacio, como si fuéramos proyectados a un área completamente distinta. Únicamente se trata de ir reconociendo las diversas sensaciones y sentimientos y continuar con el vórtice.
De vez en cuando - o incluso constantemente si se desea - puede emplearse la fricción en la garganta para amplificar el efecto del vórtice.
No-técnica
Deje caer cualquier conciencia de la respiración, del ojo, del espacio...
Hágase consciente únicamente por encima de la cabeza.
No haga nada, no busque nada, esté "sólo consciente".
Ni siquiera esté consciente de sí mismo - únicamente consciente.
Permanezca extremadamente inmóvil.
Practique el arte de perder el control.
Permita que la conciencia despegue, por encima de la cabeza.
Vuelva y finalice la meditación
Vuelva a estar consciente en el entrecejo.
Escuche los sonidos de afuera.
Hágase consciente del cuerpo. Haga unas cuantas inhalaciones prolongadas.
Emplee cuanto tiempo desee para volver por completo, y entonces chasquee los dedos de la mano derecha y abra los ojos.
 
Comentarios, fase 1 (vibración en la laringe)
• No importa si al principio se encuentra difícil separar la vibración física de la no-física. Es suficiente con tener un vago sentido de la vibración, tanto de la física como de la no física, para que el proceso siga su curso. De cualquier modo, si se tratara de ser en extremo preciso, la mente probablemente se interpondría en el camino y bloquearía el proceso.
Todo cuanto se relaciona con la vibración probablemente quedará más claro después de leer los Capítulos 4, 6 y 8 y practicar las técnicas de las circulaciones energéticas.
• Al principio puede servir de ayuda colocar la mano cerca de la garganta, a unos 2 ó 3 centímetros de distancia, al objeto de aumentar la sensación de energía en dicha área. Con el tiempo, ello ya no será necesario.
• Para esta práctica, así como para cualquier trabajo en la laringe de energía, es crucial que el cuello esté tan vertical como sea posible.
Cuáles son las diferencias más obvias que pueden observarse entre los cuerpos de los animales y los de los seres humanos? Una diferencia importante es que la columna vertebral humana es vertical, mientras que los animales suelen vivir en posición horizontal. Asimismo, cuando los animales tienen laringe, esta no es vertical. Esto nos da una pista acerca de la importancia que tiene la verticalidad para que la laringe pueda alcanzar su status cósmico en conexión con el Espíritu. Puede hallarse otra pista percibiendo lo que sucede cuando se efectúa la primera fase de la meditación: tan pronto como se consigue una posición del cuello absolutamente vertical tiene lugar una intensificación súbita de la vibración en la laringe.
Comentarios, fase 2 (vibración en el ojo)
• La laringe de energía actúa como amplificador y moldeador (da forma). Al conectarse el área del entrecejo con la fricción en la garganta, se trabaja en el fortalecimiento del tercer ojo.
Respecto a la experiencia, cabe decir que la intensificación de la vibración en el tercer ojo que tiene lugar tan pronto como se conecta con la fricción en la garganta, indica que está teniendo lugar la acción de la laringe.
• Como se ha explicado anteriormente, la vibración puede asimismo sentirse como una picazón, una presión, una densidad... Esta fase es el trabajo de construcción del plano etérico del tercer ojo.
Comentarios, fase 3 (luz en el ojo)
• Al principio, conectar la luz en el ojo con la fricción de la garganta simplemente significa sentir ambos simultáneamente. Entonces, se produce automáticamente un intercambio entre los dos, por el cual la energía generada por la fricción en la garganta se comunica con la parte del (tercer) ojo que percibe la luz. En la práctica, la experiencia es bastante simple: la fricción parece que "alimente" la luz, haciéndola más tangible y brillante, lo cual es otro ejemplo de cómo la laringe puede usarse para "dar forma".
• La mayor parte de los estudiantes que creen que no pueden ver la luz, en realidad la ven; pero no la reconocen. Se ha de aceptar que, al principio, la sensación de luz puede ser débil, como un haz algo borroso o difuso, por ejemplo. Pero incluso este tenue brillo es el primer hilo. Emplee el efecto amplificador de la laringe para desarrollarlo. Practique, practique, practique... y el humilde brillo se transformará en una luminaria.
Comentarios, fase 4 (el espacio)
• Una experiencia corriente cuando se alcanza la percepción del espacio púrpura es la de un sentimiento de inmenso desahogo en el corazón, como si de repente se hubiera liberado un peso enorme. Tan pronto como se contacta el espacio interior, el corazón se siente inmensamente más ligero. Algunas explicaciones de este hecho podrán encontrarse en la sección 3.10.
Comentarios, fase 5 (el vórtice)
• El sentido de las agujas del reloj no debe tomarse como algo sistemático y obligatorio. Como siempre, se ha de seguir la energía del instante, ya que algunas veces es posible que se pivote hacia atrás o en dirección contraria a la de las agujas del reloj. Sin embargo, cuando ningún viento o corriente en particular nos lleve hacia atrás, es preferible moverse hacia adelante y en el sentido de las agujas del reloj.
• El vórtice es tanto un remolino como un túnel al mismo tiempo. Es preferible no tener ideas preconcebidas acerca de cómo aparecerá, sino dejar que la percepción emerja gradualmente por sí misma.
• Pivotar en el espacio conduce a la elaborada ciencia de los vórtices, mediante la cual se puede viajar lejos en el espacio y en el tiempo. Introduce una forma de viajar en la que el propósito no es proyectarse fuera del cuerpo, sino sumergirse internamente con tal profundidad que ya no hay nada de que escaparse. El efecto vórtice, el cual conduce de un espacio-tiempo a otro, se utiliza con profusión en ISIS, las técnicas Clairvision de regresión.
• Hay que aproximarse al vórtice con gran respecto y reverencia, como si nos acercáramos a un arcángel muchos eones más mayor que nosotros, y el vórtice nos introducirá en extraordinarios misterios.
Pensamientos durante la meditación
Si emergen pensamientos durante la meditación no hay que prestarles atención, hay que limitarse a seguir con el proceso. Pronto se notará que una fuerte vibración en el entrecejo tiende a aquietar la mente y reducir de forma significativa su continuo flujo de pensamientos. Por tanto, no se precisa luchar mentalmente contra los pensamientos. Basta con no enfocar la atención en ellos. Cada vez que un pensamiento distraiga, basta con volver al tercer ojo y continuar el ejercicio. Persevérese en el proceso y, a medida que se desarrolle el tercer ojo, los pensamientos serán, cada vez más, un problema menor. A partir de cierto nivel de desarrollo, el tercer ojo proporciona la capacidad de escaparse por completo de la mente, y por consiguiente de los pensamientos, a propia voluntad.
Cuando el nivel de los pensamientos llega a ser molesto, pueden a menudo aquietarse mediante la intensificación de la fricción en la garganta, la cual tiene el efecto de reforzar la vibración en el ojo. Pero recuérdese que en nuestra meditación el propósito no es mantener la mente silenciosa - un ejercicio notablemente desesperanzador - sino construir el tercer ojo. Cuando esto se ha logrado, los pensamientos ya no importarán nunca más.
Sinopsis de la meditación del tercer ojo
Preparación: siéntese con la espalda recta y vertical
1) Fricción en la garganta + vibración en la laringe
2) Fricción en la garganta + vibración en el entrecejo
3) Fricción en la garganta + luz en el entrecejo
4) Espacio
5) Pivotar en el espacio: el vórtice
No-técnica: solo estar consciente por encima de la cabeza
Tiempos sugeridos para cada fase
• Para una meditación de treinta minutos: cinco minutos para cada una de las cinco fases, más cinco minutos por encima de la cabeza.
• Para una meditación de sesenta minutos: Fase 1, cinco minutos. Fase 2, diez minutos. Fase 3, diez minutos. Fase 4, de diez a quince minutos. Fase 5, de quince a veinte minutos. Más cinco minutos por encima de la cabeza.
• Para una meditación de diez minutos: tómense unos dos minutos para cada fase.
La Fase 1 no debe obviarse nunca, incluso si el tiempo disponible es escaso, dado que es una componente esencial del proceso.
Práctica 3.8: más zumbido
Esta técnica emplea el zumbido que se practicó en la sección 2.4. Siéntese con la espalda recta y vertical y hágase consciente en la garganta. Repita las fases 1, 2 y 3 de la meditación del tercer ojo, aunque haciendo un zumbido en lugar de la fricción en la garganta.
Déjese sumergir en el espacio, tal como se vio en las fases 4 y 5, empleando el zumbido de vez en cuando para penetrar en el espacio con más profundidad.
Comentario
• Estos zumbidos proporcionan un medio poderoso para proyectarse en el espacio. No dude en recurrir a los mismos en cualquier ocasión en que los pensamientos o actividades mentales molesten o se interpongan durante la meditación.
3.9 Cómo organizar la práctica
Durante los primeros días de práctica haga tanta meditación como le sea posible, repitiendo la práctica de la primera apertura (sección 3.2) y usando la meditación del tercer ojo (3.7), así como su equivalente con el zumbido (3.8) y cualquier otra técnica contenida en el presente libro. Este fuerte impulso inicial hará que sea más fácil seguir el resto del proceso.
A partir de entonces, un buen método de proceder es dedicar algún tiempo todas las mañanas a la práctica de la meditación del tercer ojo (3.7) y otros ejercicios. Por ejemplo, medite durante unos veinte o treinta minutos y entonces practique los ejercicios de circulaciones energéticas (Capítulos 4, 6 y 8) durante diez minutos, las técnicas de visión (Capítulos 5 y 7) durante diez minutos, y las técnicas de protección (Capítulos 18 y 20) durante diez minutos. Haga una práctica nocturna (Capítulos 13, 14 y 15) cada noche antes de dormir, y quizás también por la tarde o al comenzar la noche, por ejemplo si se está cansado al llegar a casa después de trabajar.
Si se dispone de más tiempo, ciertamente es posible, y beneficioso, dedicar largos períodos a los ejercicios. Aunque debería quedar claro que las técnicas Clairvision se han diseñado para personas que viven en el mundo, y no invitan a retirarse de las actividades cotidianas sino a comenzar a realizarlas con una nueva conciencia, tal y como se analizará en el Capítulo 9.
El secreto del éxito no consiste en pasar largas horas meditando, sino en incorporar cada vez más estas prácticas en las actividades cotidianas. La piedra angular de nuestro método es mantener una conciencia permanente en el tercer ojo (en el área entre las cejas), independientemente de lo que se esté haciendo (aparte de dormir). Lo cual no se refiere a la luz o el espacio, que deben dejarse para los momentos de meditación, sino a mantener constantemente una conciencia de la vibración en el entrecejo. Así se alcanzará un doble propósito: por una parte, se estará gradualmente más presente en las propias acciones, más centrado; y por otra parte, el tercer ojo se nutrirá de dicha conciencia y se desarrollará como un centro de energía poderoso. Todas las técnicas contenidas en el presente libro pueden considerarse como ocasiones para cultivar una nueva conciencia. El primero y principal beneficio de nuestras técnicas de visión es que al implementarlas hay que permanecer consciente y presente en el área entre las cejas.
Si se dispone de escaso tiempo, puede muy bien seguirse el proceso indicado (técnica 3.7) de meditar tan solo de cinco a diez minutos cada mañana, e incorporar las restantes prácticas en las rutinas diarias. Pero dichos cinco a diez minutos de meditación matutina son esenciales para el desarrollo del tercer ojo. Si la "agenda" es tal que el período de práctica es por la tarde en vez de por la mañana, debe asimismo tratarse de mantener de cinco a diez minutos de meditación matutina a ultranza, ya que ello asegura la reconexión del tercer ojo, modificándose por completo la energía para el resto del día.
Independientemente del formato que se decida adoptar para la práctica, recuérdese que esta parte del camino tiene que ver con la construcción - construcción del cuerpo sutil -, por lo que cuanto más se practique antes se concluirá el edificio.
3.10 Los misterios del espacio
Mientras se practica ISIS - las técnicas Clairvision de regresión - no es raro volver a experimentar la condición del embrión durante los días que siguen a la concepción. El feto puede sentirse "bañándose" en el espacio púrpura. El espacio púrpura lo rodea por completo, como si fuera un mar. El embrión es diminuto y el espacio alrededor da la sensación de ser inmenso. Dicho espacio no es distinto del espacio púrpura que se percibe en el tercer ojo, durante las fases cuarta y quinta de la meditación del tercer ojo.
Para el embrión, el espacio está fuera y alrededor de sí mismo. Pero para nosotros el mismo espacio está dentro. Para entrar en el espacio, uno se ha de retirar hacia dentro y atravesar el portal del tercer ojo. En los Upanishads, el ser humano es comparado con una ciudad con diez puertas. Nueve de dichas puertas abren hacia afuera y sólo una hacia adentro. Las nueve exteriores son los dos ojos, las dos orejas, las dos fosas nasales, la boca, el ano y el órgano generador. La décima puerta es el tercer ojo o ajña-cakra, el cual no está abierto al mundo externo sino al espacio interior.
Así que, lo que estuvo fuera para el embrión, ahora está dentro para nosotros. Durante el proceso embrionario por el que se construye el feto tiene lugar una interiorización del espacio astral. Es una inversión fascinante, mediante la cual el interior se convierte en exterior y el exterior se convierte en interior. Y en la muerte sucede todo lo contrario: lo individual se reintegra en el espacio.
Esto nos conduce a un entendimiento más profundo de la palabra "existencia", empleada para describir el período de vida en la Tierra. En latín ex significa fuera y sistere significa tomar posición. Existencia, por lo tanto, significa tomar posición fuera, esto es, salir del espacio. Existir es la salida temporal del espacio que se experimenta entre el nacimiento y la muerte.
Ahora puede entenderse la sensación de alivio y desahogo que se siente en el corazón cuando uno se sumerge en el espacio púrpura durante la meditación. Es como si de repente el corazón fuera liberado de todas las presiones de las distintas encarnaciones vividas, de todos los problemas de la existencia - suficiente para sentirse mucho más ligero!-. Uno de los resultados de la iniciación es establecer una conexión permanente con el espacio sin perder el anclaje con la Tierra. Se puede disfrutar de la paz del espacio cósmico y, al mismo tiempo, permanecer plenamente involucrado en las actividades diarias. Pasado un determinado nivel, esta alegre ligereza se queda para siempre en el corazón, sin importar lo que pueda suceder afuera.
Debe quedar patente que el propósito del estilo de trabajo de Clairvision no es sacar al individuo fuera de la encarnación para llevarlo a un paraíso flotante y feliz, sino prepararle para el trabajo de alquimia interior, la transformación de la sustancia íntima de sus cuerpos. El propósito es conseguir la iluminación aquí y ahora, en medio del embrollo cósmico que es la vida moderna. Paradójicamente, conectando con el espacio se crea una libertad interior que nos permite estar en el mundo de una manera más plena.


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