No tiene sentido hablar suavemente, si no hay suavidad en tu corazón. Dulzura en el habla y amargura en el corazón no son las cualidades de un ser humano. Debe haber dulzura de pensamiento, palabra y acción. Este es el verdadero signo del ser humano. Los humanos son considerados sumamente sagrados porque tienen la singular cualidad del amor. Dios encarna en forma humana tan sólo para difundir el mensaje del amor. Una vez que tengas amor en el corazón, podrás conquistar al mundo entero. Hay amor en ti, pero no puedes expresarlo de manera adecuada. Cultiva un espíritu de hermandad. Incluso cuando pases cerca de tu acérrimo rival, salúdalo como a un hermano, y háblale con amor. Cuando te dirijas a él como hermano, su corazón se derretirá, y el odio desaparecerá de inmediato. Por eso, llena de amor tu vida. En este mundo, nada supera al amor.- Divine Discourse, 17 Oct 2003. |