Todas sus acciones deben estar dirigidas a purificar sus mentes y corazones para experimentar a la Divinidad. Cuando el corazón es puro, la luz de la sabiduría brilla. El corazón iluminado se convierte en el receptáculo del amor puro. Una persona sin amor es un cadáver viviente. El amor no es la relación entre el hombre y la mujer, o entre el ser humano y otros objetos. Es la fuerza de la vida inherente a cada ser. "Yo soy el Espíritu inmanente en todos los seres (Mamaatma Sarvabhootaatma)". El Ser Divino está presente en todos los seres y no tiene forma. Se experimenta como Amor. ¡El Amor es nuestro aliento vital, nuestra alma! Jóvenes y viejos por igual, deben cultivar el amor constante , inmutable e inquebrantable. Todos ustedes deben estar llenos de un sentido de dedicación desinteresada, proveniente del servicio a los demás (seva) en el que no hay orgullo egoísta. Deléitense en dar en vez de recibir. |
- Divine Discourse, 6 May 1985. |