Todo ser necesita amor, todo ser inhala y exhala Amor. El amor es la respiración misma de la vida; todos y cada uno de ustedes son encarnaciones del Amor. El amor no conoce el miedo, y por lo tanto no necesita ninguna falsedad para sostenerse. Es sólo el miedo lo que hace a las personas desfigurar el rostro de la verdad para hacerla agradable a aquellos que son temidos. El amor no busca recompensa, el amor es su propia recompensa. Aún un pequeño rastro de afán de ganancia (vishaya vasana) degrada al amor convirtiéndole en una transacción sobre el mostrador. El amor suprime todo egoísmo; el ego es trascendido, olvidado y suplantado cuando hay amor. Cuando ese Amor puro es dirigido hacia el Señor, se le llama Bhakti (Devoción).
- Divine Discourse, Oct 19, 1966. |