Pasa tu tiempo en la contemplación de la riqueza y la belleza de la Naturaleza, que se despliega ante ti en la tierra y en el cielo - verdes extensiones cultivadas, frescas brisas que traen el aroma del contento y la alegría, el panorama de nubes coloreadas, la música de los pájaros, y demás. Canta la gloria del Señor mientras caminas por el sendero, entre los campos, las riberas y los arroyos. No hables con odio, en medio de toda esta evidencia de amor; no te enojes en estos plácidos alrededores; no molestes al cielo con tus gritos y maldiciones. No contamines el aire con jactancias vengativas. Un brote necesita agua y abono para crecer y dar una rica cosecha. El pequeño arbolito del anhelo espiritual por la liberación, también necesita que tú hagas lo mismo: que endereces tus hábitos, purifiques tu conducta y limpies tu comportamiento.
- Divine Discourse, Sep 2, 1958. |