La Gracia del Señor es como la lluvia – agua pura, cayendo igualmente y sistemáticamente en todas partes. Sin embargo, el sabor del agua de lluvia resulta cambiado de acuerdo al suelo a través del cual fluye, y al recipiente que la contiene. Así también, las palabras del Señor son dulces para algunos y amargas para otros. Los caminos del Señor son misteriosos. Tú no conoces las verdaderas razones tras las acciones del Señor. No puedes entender las motivaciones de otro ser humano que, como tú, tiene intenciones, gustos y aversiones. ¡Pero aún así, cuán fácilmente defines las motivaciones de Uno que está muy por encima de tu nivel! ¡Con qué ligereza hablas y juzgas algo que es tan ajeno a ti como la atmósfera a un pez! Todo lo que debes recordar es que Dios es tu eterno acompañante y guardián – vive con esta firme fe en Él, adórale y busca siempre su reconfortante y creativa presencia.
- Sathya Sai Speaks, Vol 1, Dasara 1953. |