El silencio que mantienes en los templos y congregaciones devocionales debe ser llevado a dondequiera que vayas. Se le debe tomar como un ejercicio de control sobre los sentidos. Los sentidos están siempre orientados hacia el exterior. La lengua no debe hablar el mal. Los ojos no deben buscar el mal. Los oídos no deben perseguir el mal. La presencia de Dios en todos los seres, les hace sagrados a todos ellos. Pensar mal de los demás equivale a pensar mal de Dios. Debes cultivar siempre el sentimiento de que Dios es el Padre, y todos los que te rodean son hermanos y hermanas. Esta hermandad es más real y vinculante que la hermandad de sangre, porque aquí la propiedad paterna, por la que luchas, puede ser compartida sin que disminuya en absoluto la porción que le corresponde al otro. Poornasya Poornamaadaaya Poornamevaavasishyate - cuando lo Completo se sustrae de lo Completo, lo que queda sigue siendo lo Completo.
- Divine Discourse, Oct 19, 1966. |