Los docentes debieran intentar impartir la mejor de las educaciones a un costo mínimo y hacer que los niños lleven vidas puras y nobles. Sin dejarse llevar por consideraciones de las horas de trabajo, debieran estar preparados, cuando sea necesario, de recurrir a horas extra para eliminar las dudas en los alumnos y ayudarles a completar sus tareas. Maestros, este es vuestro deber. Adhiriendo a la Verdad, deben hacer en todo momento de la Rectitud, la Paz, el Amor y la No Violencia los hitos guías de su vida. No habrán de limitarse a impartir tan sólo los cinco valores humanos. También deberán crear el ambiente propicio para su práctica. Si contaran con la dedicación y la devoción serán capaces de enfrentar todos los desafíos en el cumplimiento de sus deberes. Si los docentes desempeñaran correctamente su rol, contarán con el poder para transformar a la nación entera.
- Divine Discourse, Mar 9 1986. |