Hay algunas personas que siempre se censuran a sí mismas y sus vidas y aspiran a la gracia de Dios para salvarles. Piensan que jeeva (individuo) y Deva (Todopoderoso) son dos entidades separadas que nunca se pueden unir ni fundir. Esto es falso. El pecado no responde a la real naturaleza de los seres humanos. Ellos son depositarios de paz, alegría, verdad y justicia y son puros, buenos, amantes y sabios. Empéñense por expresar a través de sus acciones la pureza que son. Esto complace al Señor y Él derramará Su gracia. Oren incluso por quienes expresan codicia u odio, simpaticen con su ignorancia y rueguen para que sus pasos puedan ser orientados hacia la justicia y el amor. Expandan su amor en un círculo tan amplio como posible. La plegaria tiene una gran eficacia. Cultiven la visión universal y oren por la paz y la felicidad de todo el género humano, de todas las cosas animadas e inanimadas. - Divine Discourse, Oct 2, 1965. |