Encuentra al que sufre
(si puedes)
(si puedes)
El falso yo es el obstáculo a ser apartado para que el verdadero yo deje de parecer escondido.
Ramana Maharshi
Ramana Maharshi
Anthony Paul Moo-Young, conocido como Mooji, nacido el 29 de enero de 1954, es un maestro espiritual o gurú de Advaita Vedanta, originario de Jamaica. Moo-Young fue discípulo de H.W.L. Poonja, más conocido como Papaji, quien a su vez fue discípulo directo de Ramana Maharshi.
En 1969, cuando tenía quince años, emigró a Inglaterra después de la muerte de su padre. Mooji fue a vivir con su madre quien residía en Londres desde que él era chico. Allí trabajó como artista y sus obras incluían vitrales, cerámicas y escultura. También enseñó artes en un colegio de Brixton.
En noviembre de 1993 conoció a Papaji en Lucknow, India, en quien pudo reconocer la eterna fuente de la existencia. En los últimos años Mooji da charlas (satsangs) alrededor del mundo, donde invita a contemplar o indagar cuál es la fuente. Al igual que H.W.L Poonja, las enseñanzas de Mooji son simples. Él induce a sus discípulos a reconocer el ser que es anterior a todo. Muchos de sus seguidores ven sus satsangs a través de YouTube. Actualmente, Mooji es uno de los más reconocidos maestros contemporáneos de Advaita.
Extracto de un satsang en New York, Estados Unidos
"…Quizás haya algo en tu mente que dice 'Esto no está funcionando'. Algo que dice 'te lo dije, la indagación no funciona conmigo' (risas). 'Sé que hablas para ellos, no para mí, mejor espero…' O algo a veces salta y dice: 'trata con otra cosa porque nada puede ayudarme'.
Esto se debe a que la idea de despertar puede aparecer aterradora… a la mente. Como que va a haber un Big Bang y no vas a ser más lo que eras. Todas tus relaciones desaparecerán y adivina qué, vas a estar vestido de blanco, en sandalias, sentado en un anaquel (risas).
Quizás tengamos la idea de que va a ser hermoso porque 'después de todo, le pasó a Jesús y a él le gusto, o le pasó a Buda y también le gustó. Pero quizás a mí no me guste, no vaya conmigo'. Puede haber algo en la mente que diga 'esto realmente no es para mí… quizás la entrega… quizás la entrega sea mi camino. Porque la indagación no funciona, es demasiado mental'.
Pero lo cierto es que no puedes sufrir por ningún pensamiento sin identificación (el proceso de ser, devenir lo que se piensa). Para que te afecte, tiene que tratarse de ti, '¡Sí, oh!' (Mooji hace gesto de afectación) 'Ah no, no se trata de ti, se trata de ella' 'Aaah…' (gesto de alivio). '¡Oh no, no! se trata de ti' (otro gesto de afectación) Entonces, tiene que ser algo que se trate de la idea que tienes de ti para que te afecte. Eso es lo que causa sufrimiento, algo que tenga que ver conmigo. O "tú" o "tuyo" (por ejemplo):
Uf, qué alivio…
- Un auto chocó en la ruta, había diez personas, no sobrevivieron.
- Uh, qué terrible...
- Creo que era el auto de tu hermano.
- ¡¡Oh Dios mío, no!!
Uf, qué alivio…
Entonces, se trata sobre ti o sobre lo tuyo. Es sobre "ti", la identidad, o tus apegos, proteger tus apegos. Estamos mirando, no estamos juzgando. Sólo te estás identificando. Algo señala y dice 'tú, tú hiciste algo malo'. Pero ¿sufrirías si la voz dice 'tu vecino, aquél que no te cae bien, hizo algo muy malo?' No (risas). Por lo tanto, se trata de la identidad personal. Entonces empecemos por ahí. Encuentra a la persona. Este tipo de consejo puede sonar como escalar una montaña. Pero encuentra al que sufre, simplemente localízalo. No asumas 'Soy yo ¿por qué preguntas algo tan obvio?' No, no, localiza al que sufre. Ve si puedes encontrarlo, y hazlo ahora. Simplemente hazlo, como si escucharas esta pregunta por primera vez. No pienses que ya lo sabes, pero ve al lugar donde está el que sufre, ahora. Y no uses la imaginación, no visualices. Ve al centro del sufrimiento, del dolor, y ve si puedes encontrar a una entidad que sufre. Sólo hazlo".
(La persona cierra los ojos y queda en silencio).
"El dolor puede seguir en el cuerpo. No digas, 'el dolor sigue aquí, por lo tanto el que sufre también'. No, el dolor puede seguir ahí, el ruido también, pero ve hacia aquel que genera el ruido, o hacia aquel al que el ruido le sucede. A este lugar dentro tuyo (Mooji se señala el pecho), al centro del sufrimiento y ve si existe el sufridor... y comparte lo que has visto. ¿Qué ves?"
Respuesta: No encuentro al que sufre, pero el que sufre está vivo y bien. (Risas)
Mooji: ¿Dónde? Vamos a encontrarnos con él. No encuentras al que sufre, pero el que sufre está vivo y bien. Vayamos a su dirección. Vivo y bien ¿dónde? O pongámoslo de esta manera: no puedes encontrar al que sufre, ¿de quién es este descubrimiento? No puedo encontrar al que sufre, ¿qué descubre esto? ¿Puede eso ser encontrado?
Respuesta: No. Pero aún no está claro.
Mooji: OK, bien: no es localizable, pero no está claro. ¿Qué es lo que presencia el "no está claro"? (A la audiencia) Y no quiero que recuerden todo esto, quiero que lo descubran. Cuando lo descubran no tendrán que recordarlo. Cuando aprenden deben recordar, pero cuando experimentan, no. No hay esfuerzo. Entonces, descubran al que sufre. Y déjenme decirles, este puede durar muchos años, algunos dicen muchas vidas. Pero ahora aparece la cuestión "OK, a voy a aliviar, curar al que sufre". Pero antes tienes que presentar al paciente. La camilla está lista. Las luces del quirófano están prendidas, los instrumentos listos, los médicos con los guantes…
Respuesta: ¡Con razón el que sufre no aparece! (Mooji y la audiencia se ríen)
Mooji: ¡De todas maneras, debe haber algo que presencie esta ausencia! Este paciente no está lo suficientemente enfermo. (risas)
Referencia: http://www.youtube.com/watch?NR=1&v=s2Gbr1XuKuE
L.G.M
TEXTO TOMADO DE: http://h2hlatino.org/articulos.php?id=291#leer_noticia