| | Cultiven la fe en sí mismos, para que puedan erguirse como una roca, desafiando las turbulentas y crecidas aguas de la negación. Esa fe les hará sobreponerse a las cambiantes circunstancias del mundo exterior. Alimenten con astillas la llama del desapego (vairagya), hasta que crezca y sea una gran hoguera. Canten al Señor con fe y entusiasmo. Que el ambiente entero resuene con la devoción que ponen en cada Nombre cantado. El Nombre del Señor promueve la camaradería y establece la concordia; calma todas las tormentas y asegura la paz. Conviértanse en una flor, difundan la fragancia de seva (servicio desinteresado) y prema (amor); así hallarán un sitio en la guirnalda que adorna al Señor. |
- Divine Discourse, Jul 10, 1959. |