Para una persona que vive en el mundo materialista, los placeres sensuales son fuente de extremo deleite. Sin embargo, los sentidos mismos son temporarios, y por lo tanto otorgan sólo alegrías transitorias. Para una persona que sufre de ictericia, todo parece amarillo y sabe amargo. Así también, los sentidos plagados de enfermedades no pueden dar felicidad verdadera. Dado que no hay persona que carezca de deseos, y que es difícil vivir sin deseos en este mundo, el Señor Krishna aportó una excelente solución. Dijo: "Lleven a cabo toda acción para el placer del Señor, sin pensar en los frutos de la acción". Presenten sus respetos, y dediquen toda acción, a la Divinidad. Procuren realizar todas sus acciones a satisfacción de su propia conciencia, así sus corazones estarán libres de toda mancha. Esa clase de acciones entran en la categoría de actos de Anapeksha - no manchados por el deseo.
- Divine Discourse, Oct 10, 1997. |