Debemos tener conciencia del valor relativo de las cosas, y discernir entre lo real y lo relativamente real. La razón y la conciencia con que hemos sido obsequiados, no deben ser desperdiciados por negligencia. Tu historia no debe ser una repetición de la del leñador que recibió en recompensa un gran bosque de sándalo, pero al ignorar el valor de los árboles, les quemó y vendió como carbón, a tanto la bolsa. Ignoras a la Divinidad que realmente eres, y dejas pasar la oportunidad de desplegarle. La ignorancia (ajnana) es importada desde afuera; lo que te es innato, lo que está en tu interior, es la sabiduría (Jnana).
- Divine Discourse, Oct 14, 1964. |