El placer obtenido de las ocupaciones físicas, mentales e intelectuales, es transitorio. Las buenas acciones pueden otorgar el Cielo, pero éste es una residencia transitoria, de la cual la persona tiene que descender a la Tierra para vivir nuevamente una vida. Esto es como ser elegido para un cargo público importante, pero de corta duración. Uno puede disfrutar de gloria y fama mientras ejerce el cargo, gracias a los votos emitidos a su favor. Sin embargo, cuando el mandato caduca, uno se convierte de nuevo en una persona ordinaria. Entonces el juego comienza otra vez, repitiendo consignas populares para hacerse más popular, y pidiendo votos para ganar la elección. Tú debes viajar hasta llegar a la terminal, donde muere la ignorancia y nace la sabiduría, con el resultado de que no hay más ciclos de nacimiento y muerte. La mente es terreno fértil para la ignorancia. No busques más y más comodidades y conveniencias (sukham); busca en cambio la sabiduría.- Divine Discourse, Oct 16, 1964. |