Respeta siempre la opinión y puntos de vista de los demás. No inicies una reyerta ante la menor diferencia de opiniones. La otra persona puede estar en lo cierto, y tú equivocado. Evalúa el razonamiento; el otro puede haber tenido la ventaja de saber más del asunto, o tú puedes tener prejuicios a favor o en contra; o puede que el otro no sepa tanto como tú. Recuerda que no todas las diferencias de opinión se deben al odio personal. El odio es feo, innatural e inhumano. Se opone al núcleo mismo del amor que hay en cada uno.- Divine Discourse, Nov 25, 1959. |