No escasean los buenos libros, que indican cómo vivir felizmente y libre de penas; y de ellos se venden miles de copias. Sin embargo, nada indica que el contenido de esos libros haya sido leído y asimilado. Ni los hábitos, ni la conducta ni el carácter de los lectores han experimentado cambio alguno para bien. El egoísmo y la codicia siguen descontrolados; el odio no ha amainado, y la envidia carcome los órganos vitales de la sociedad. Por lo tanto, no traten a Mis palabras con ligereza. Decídanse a implementar en sus vidas al menos un consejo, para su crecimiento espiritual. Cada uno de ustedes debe examinar su propia estructura mental, y evaluar si ha usado su discernimiento y temperamento científico (Viveka y Vijnana) para revestirse de desapego (Vairagya), y así no sufrir de apego hacia los objetos mundanos.- Divine Discourse, Jan 22, 1960. |