Generalmente, cuando te preguntan dónde está Dios, señalas al cielo, o a algún sitio de adoración distante, y dices que está allí, como si Él fuera simplemente una persona, con un lugar de residencia definido. Cada individuo en el planeta es esencialmente divino. Es la ilusión lo que ha inducido a quien es Naraayana swarupa (encarnación de Dios) a que imagine que es simplemente nara (humano), y se comporte como tal. Hay varias maneras de eliminar esa ilusión, de acuerdo a las necesidades de cada sufriente. Pero todo el tratamiento y todo el esfuerzo es para merecer la experiencia de ser Naraayana, y discartar la limitada, sujeta y relativa entidad llamada nara. Esa es la cosecha que todos los diversos procesos generan. Mientras no comprendamos esto, no se podrá poner fin a la ilusión, ni a la pena que de ella resulta. Haz uso de esta preciosa oportunidad: invierte tiempo en comprenderte a ti mismo.
- Divine Discourse, Nov 25, 1964. |