Había una vez un avaro que vivía en una casa con goteras. El agua de lluvia se colaba en su casa a través del techo, y él soportaba esto pasando la noche sentado. Viendo su situación, los vecinos, le sugirieron que hiciera reparar el techo. El avaro respondió: "Esperemos que amaine la lluvia, ¿cómo podría repararlo ahora?". Cuando la lluvia se detuvo, él señaló: "¿Por qué habría de preocuparme por las goteras, ahora que dejó de llover?". Tú no adoptes este enfoque. En lugar de optar por sufrir cuando lleguen las lluvias, como seguramente lo harán, ¿no sería más sabio reparar el techo ahora mismo? Este ejemplo demuestra la importancia que debes dar a familiarizarte con los textos de iniciación espiritual, sin posponerlo ni por un momento. Comienza ahora mismo las primeras lecciones de silencio, oración y repetición del nombre del Señor. Nunca es demasiado temprano para comenzar el viaje espiritual.
- Divine Discourse, Nov 25, 1959. |