| | El signo inconfundible de la lluvia es el suelo mojado. Así también, el signo de una persona educada, que ha pasado por muchos años de escuela, son los buenos modales. Una persona así será humilde, sabiendo que el campo del conocimiento es tan vasto, que después de años de aprendizaje, uno apenas ha tocado sus bordes. También debe estar consciente de su parentesco con todos los seres, y debe mostrar disposición a servir a los demás con agrado, en todo momento, sin deseo alguno de publicidad. Los hijos educados deben desenvolverse con todos, de manera amistosa y sin inhibiciones, sabiendo que Dios es la fuerza que mueve a cada uno. Dios está tras todos los buenos impulsos y actitudes útiles. Todos ustedes son cuentas separadas, enhebradas en un hilo común, que es Dios. |
- Divine Discourse, Nov 25, 1959. |