| | No tiene sentido distribuir la esencia de la espiritualidad (Adhyatma rasa) a personas mal alimentadas y débiles; dénles primero alimento (Anna rasa), háganles fuertes para que puedan albergar fuertes convicciones y contener fuertes ideales. Primero debe ser aplacada el hambre física, mediante comida simple y pura (Sátvica). Luego debe ser emprendida la repetición del Nombre del Señor; puede ser cualquier nombre, el que más les atraiga. No traten a la ligera al Nombre. Respétenle aunque le oigan de labios de un mendigo, que le usa para conseguir limosna. Aunque la persona que pronuncia el Nombre sea mala, o aunque pueda no ser noble su motivación para pronunciarle, no traten mal al Nombre, pues su pureza nunca puede ser dañada. Agradézcanle por hacerles recordar al Señor, y sigan su camino. |
- Divine Discourse, Dec 14, 1958. |