Dedícate a la disciplina espiritual, los pensamientos espirituales y las compañías espirituales. Olvida el pasado, y déjalo que se vaya. Al menos desde ahora, resuelve salvarte. Nunca cedas a la duda ni la inestabilidad. Ten fe en cualquier Nombre y Forma que te resulten atractivos. Si veneras una forma de Dios y odias a otra, el resultado final es cero. Dios no tolerará ni el más mínimo odio a cualquier Nombre ni Forma. Evita las facciones, querellas, burlas y críticas, ya que ellas revelan tu ignorancia, y de hecho recaen sobre ti. Hallas faltas en los demás porque tú tienes las mismas faltas. Si desprecias a la forma de Dios que otro venera, el desprecio recae sobre tu propio Dios. Recuerda, cada uno es un peregrino que avanza hacia la misma meta. Algunos toman una ruta, otros toman otra.
- Divine Discourse, Oct 10, 1964. |