Cuando ustedes van a un templo, algunos rompen un coco ante el altar. Si tratan de romper el coco tal como es al caer del árbol ¿se romperá? ¡No! la fibra protege la cáscara e impide cualquier daño al fruto. Por lo tanto, primero deben quitar la cubierta fibrosa, con mucho esfuerzo. Moksha (la liberación) resulta de romper la mente, con todas sus divagaciones y deseos. Ustedes tienen que romper sus mentes, pero ¿cómo hacerlo cuando están envueltas en la fibrosa armadura de los deseos sensuales? La fibra más dura es la ira; es la suciedad más pegajosa. Cuando ustedes se enojan, olvidan madre, padre y maestro, y descienden a las más bajas profundidades. En la excitación pierden todo discernimiento. Por eso, quíten los deseos y dediquen la mente a Dios, y rómpanla en Su presencia. En ese momento quedarán libres.
- Divine Discourse, Oct 10, 1964. |