Las personas sufren porque cultivan el apego hacia lo irreal. Desarrollan un desmedido apego por el dinero. Sin embargo, están dispuestas a sacrificar su riqueza arduamente ganada, para salvar las vidas de sus hijos; porque su apego a los hijos es más fuerte que su apego al dinero. Por otra parte, algunas personas descienden tan bajo que ignoran a sus propios hijos, cuando la disyuntiva es entre sus preferencias y el bienestar de sus hijos. Sólo puedes hallar la verdadera alegría cuando te instalas en la Divinidad dentro de ti mismo. La naranja tiene una cáscara que no es sabrosa, pero protege a la fruta y evita su descomposición. Para obtener la dulzura de la naranja, debes pelarle y desechar la cáscara. Así es también el fruto del árbol de la vida. Está protegido por una cáscara amarga. Una persona sabia no trata de comer la cáscara – después de considerarlo debidamente, la quita y la desecha, y luego disfruta de la dulzura del fruto.
- Divine Discourse, Dec 14, 1958. |