¿Han oído hablar del conejo que pidió cuatro paisas en préstamo a la Madre Tierra? El conejo pensó para sí mismo, "Si huyera tan lejos como pueda del lugar en donde recibí el préstamo, quedaré libre de la obligación de pagarlo". De modo que un buen día, el conejo salió corriendo tan rápido como podía. Después de unos momentos se sentó, muy aliviado, pensando, "Ahora nadie me va a pedir que pague". El conejo se sintió impactado, porque en ese mismo momento escuchó desde el suelo bajo él, "¡La Madre Tierra está justo bajo tus patas! ¡No puedes escapar de mí por más rápido que corras!" Así también, ustedes no pueden escapar de la Divinidad. ¡A dondequiera que puedan ir buscando refugio, el Señor les exigirá buena conducta, buenos hábitos, buenos pensamientos y buena compañía! ¡Aprovechen esta oportunidad, acepten este noble consejo, elijan buena compañía y empéñense sinceramente por alcanzar su meta!
- Divine Discourse, Feb 11, 1964. |