La arena que contiene pequeños granitos de mica es valiosa. Mas la arena que contiene venas de oro es más preciosa. Es así que la arena es evaluada de acuerdo a la valorización de los metales con que está mezclada. De manera similar, los corazones humanos se evalúan según su contenido. Mantengan a Dios en sus corazones. Esa es la mejor manera de hacer de su corazón la más preciosa de sus posesiones. Cuando Dios está instalado en el corazón, no verán sino a Dios en todas partes, hasta en el mundo material. La influencia de Dios es tal que incluso mientras contemplan en Él, desaparecerán de la mente toda traza de envidia o de codicia.
- Divine Discourse, Jan 14, 1964. |