La Divinidad se expresa a sí misma infinitamente como los cinco elementos – el cielo, el viento, el fuego, el agua y la tierra. Toda creación no es sino una combinación de dos o más de ellos, en proporciones variables. La naturaleza característica de estos elementos son el sonido, el tacto, la forma, el sabor y el olor, que son conocidos por el oído, la piel, el ojo, la lengua y la nariz. Todos los elementos son abundantes en la Naturaleza y son preciosos y potentes en Divinidad. De modo que úsenlos con moderación, reverencia, con humildad y agradecimiento. El uso excesivo o inapropiado lesionará vuestro bienestar del mismo modo en que el beber más o menos agua que la que se requiere es una tortura. Inhalar más aire es sofocante. El fuego en moderación puede calentar o servir para calentar o derretir, más pasado un cierto límite es un holocausto. Incluso el uso excesivo del sonido distraerá a la gente o la enloquecerá. Por ende, aprendan a usar inteligentemente y con moderación los recursos naturales, guardando la idea de un amoroso servicio a todos en la comunidad.
- Divine Discourse, Oct 15, 1966. |