El mundo se edifica a sí mismo sobre los arenosos cimientos del mundo sensorial. Hoy la gente sufre como aquel mono que no podía sacar su mano del jarrón de cuello estrecho, porque seguía aferrando el puñado de maníes que había adentro. No tienen ninguna intención de soltar el puñado de cosas placenteras que han aferrado en el mundo. Cuando la gente no tiene fe en el Uno Mismo, y en cambio persigue sólo a sus sentidos, la señal de peligro está al tope. La gente está atascada en la creencia errónea de que la acumulación de posesiones materiales les dotará de alegría y paz. Sólo al Amor Divino puede darte alegría permanente. Sólo el Amor Divino eliminará la ira, la envidia y el odio.
- Divine Discourse, 28 Feb 1964. |