Los Kauravas tenían todos los instrumentos para la victoria – riquezas, toneladas de armas, aliados, y un odio fanático hacia sus enemigos. Sin embargo fueron destruidos porque nunca prestaron atención a los nobles valores de la Rectitud. No se equiparon con la Gracia de Dios, la cual está reservada en abundancia para aquellos que transitan el camino de la humildad y la paz. Tampoco aceptaron a la Divinidad como su cochero – depositaron su fe en cosas menores. Lo que realmente se necesita para la victoria no es una simple colección de recursos, sino fe y perseverancia. El vendaval ayuda a fortalecer el tronco del árbol. De la misma manera, las calamidades deben profundizar tu coraje, incrementar tu fe e intensificar tus prácticas espirituales. Si hace buen tiempo, una actitud despreocupada es perdonable. Pero con tiempo inclemente, toda precaución es de gran valor.- Divine Discourse, Apr 13 1964. |