Mientras cumples tus tareas en tu casa o fuera de ella, recuérdate a ti mismo constantemente: "Todo lo que hago, pienso o digo, pertenece a Dios". La actitud adecuada debe ser: "Sarva karma Bhagavath preethyartham". Toma por ejemplo el proceso de cocinar. Añades diversos ingredientes a la comida que se está cociendo, en proporciones definidas, y procuras hacerla sabrosa. Pero el verdadero sabor sólo llega cuando el trabajo de cocinar es efectuado como una ofrenda a Dios. El alimento se hace divino cuando es ofrendado a Dios. Por el contrario, si los distintos elementos son cocidos con la actitud de "hago esta tarea como una rutina; cocino estos artículos para que los coman mis familiares", no llegan a Dios. Por eso, emprende cada acto de tu vida como una ofrenda a Dios, cantando Su nombre. Todo lo que pienses, digas o hagas, considéralo como una orden de Dios y un trabajo de Dios. - Divine Discourse, 13 Nov 2007. |