Mantén el nombre del Señor siempre radiante en tu lengua y en tu mente. Eso mantendrá bajo control las bufonadas de la mente. Cuando la lámpara arde, la oscuridad no esparce a tu alrededor sus emanaciones. Cuando el Om, término que indica a Brahman (la Realidad Universal Suprema), es pronunciado por el moribundo, este alcanza la Divinidad. Para hacer esa final pronunciación del Om, como una flor que se abre en la planta de la vida, es necesario residir en el Om a lo largo de todos nuestros años de vida. El Gita insta a un continuo proceso de meditación, mediante esta fórmula pequeña y elegante: mam anusmara yuddhya cha - "¡Mantenme en tu memoria, y lucha!" Aquí, el mensaje para ti es que pelees la batalla de la vida, teniendo en todo momento a Dios en tu conciencia, como conductor de tu carroza. Esto no es meramente una indicación para Arjuna; es una prescripción para toda la humanidad.- Divine Discourse, June 9, 1970. |