No se dejen llevar por toda esta palabrería actual sobre igualdad, ya sea entre hombres y mujeres, o entre todos los hombres. Cada uno tiene un cierto capital de inteligencia, y un manojo peculiar de instintos, impulsos y vasanas (impresiones pasadas). En la medida en que los desarrollen o los desvíen o disminuyan su fuerza, esa es la medida en que habrá diferencia en su bagaje y sus logros. Utilicen todas las posibilidades que tengan para desarrollar sus habilidades, su salud y su carácter. Ese es su deber actual. Que ninguna acción suya cause dolor a otro; ni sufran ustedes dolor por estupidez o pura bravuconería. No deshonren a los mayores; cultiven el espíritu de servicio y aprendan a servir a los enfermos y a los necesitados, y aprovechen cada oportunidad de ayudar a los demás. O al menos, desistan de causar aflicción a otras personas. | - Divine Discourse, March 3, 1958. |