La educación moderna es mero conocimiento libresco, confinado a lo que contienen los libros. Hoy muchos persiguen sólo esa educación secular (es decir, de valor neutro). La educación secular no es suficiente por sí sola. Debe ser suplementada con la educación espiritual. La educación espiritual tiene efecto sobre nuestro corazón; se llama Educare. Educare significa sacar afuera la divinidad latente que está oculta en el corazón de los seres humanos, y establecerla como un ideal para el mundo entero. A través de Educare ustedes deben cultivar el principio del amor, y los estudiantes deben seguir el camino de la verdad. La verdadera educación es aquella que está impregnada de verdad y amor. Es deber de los estudiantes, así como de los educadores, armonizar la educación secular con la educación espiritual. Esta es la principal necesidad de hoy. | - Divine Discourse, 20 Nov 2002. |